MOTÖRHEAD y JUDAS PRIEST
Panzers de acero inoxidable

Judas-Priest---Dest

Mayo 5/2015, Movistar Arena:

Si hablar de iconos del Heavy Metal se trata, siempre -dentro de los primeros nombres que uno tira a la parrilla- están MOTÖRHEAD y JUDAS PRIEST. Claro, es una cosa obvia, no por nada están en la palestra mundial -y galáctica universal- del estilo musical que tanto amamos. Por ende, no era sorpresa que apenas se supo del arribo de estos 2 monstruos a nuestro país -JUDAS promocionando su nueva placa ("Redeemer of Souls" y el 30 aniversario de "Defenders of the Faith") y MOTÖRHEAD celebrando sus 40 años de triturar nuestros tímpanos- la cosa iba a pintar para sublime con un recinto completamente lleno; algo digno de ver para estas 2 agrupaciones comandadas por Tata Lemmy y el pelao Halford respectivamente.

INQUISICIÓN:
Todo comenzó en el Movistar Arena cerca de las 19:00 hrs, cuando los nacionales INQUISICIÓN salieron a prender los ánimos de un recinto que estaba recién llenándose de gente.

La banda comandada por Manolo Schäfler repasaron parte de su aclamada nueva producción "Codex Gigas", junto con otros clásicos en el cual, nuevamente y como siempre suele suceder con los teloneros, los problemas de audio se hicieron visibles en casi toda la presentación. La guitarra intermitente de Schäfler, junto con la baja y alza en el volumen a ratos en el micrófono de Paulo Domic hicieron que la buena performance de los santiaguinos fuera mermada y sin mucho lujo. Aún así, para ser sincero, al publico presente le parecía poco importarle dado a que cada tema tocada por los precursores del N.W.O.C.H.M. (New Wave of Chilean Heavy Metal) fue bien recibida por los asistentes, quienes valoran el peso que tiene la banda dentro de la escena nacional.

Si no fuera por el sonido, le hubiera dado 5 Jumbitos a la banda de Schäfler y compañía, pero solo se llevan 3.

Inquisición

MOTÖRHEAD:
Había un cierto temor sobre la presentación que MOTÖRHEAD iba a realizar aquella noche: Hace un poco menos de una semana, Lemmy, "se había ido por el water" en Brasil debido a una intoxicación por alguna comida -o garotiña- que se sirvió en el hotel, y lo cual le impidió presentarse en aquel país en el marco del "Monsters of Rock". Después, según los últimos reportes desde Argentina, MOTÖRHEAD hizo una presentación más bien "digna" y todo para salvaguardar el estado salud de Kilmister que, como sabemos, hace rato que viene a media maquina.

En base a lo anterior, los temores eran justificados, pero al momento de ver los huevos faciales de Lemmy arriba del escenario del Movistar Arena, todo se diluyó. Con una banda muy afiatada y un Kilmister muy repuesto, MOTÖRHEAD nuevamente dió una clase de verdadero Heavy Rock. Con el ya conocido "Good Night, we are MOTÖRHEAD and we play Rock and Roll", los oriundos de Inglaterra dieron gala de lo mejor que saben hacer: Heavy Metal charresqueado y sin tapujos.

Partiendo con "Shoot You in the Back", pasando por tridente 'Overkilliano' de "Damage Case", "Stay Clean" y "Metropolis", los CABEZA DE MOTOR quebraron un par de cuellos con un sonido que estaba muy cerca de rozar la excelencia. Los clásicos "Over the Top" y "The Chase Is Better Than the Catch" (incluyendo entre ellos un solo de guitarra de Phil Campbell), seguían con la performance que en cada momento fue apoyada por el publico, el cual nunca se quedaba quieto con cada track del setlist.

MOTÖRHEAD continuaba azotando con "The Chase Is Better Than the Catch", "Rock It" y los nuevos tracks "Do you Believe" y "Lost Woman Blues" -únicos tocados perteneciente a su última placa "Aftershock"-, para luego continuar con "Doctor Rock". Acá me detengo para alabar la potencia sónica y energica de Mikkey Dee en la batería, simplemente un maestro. El ex-KING DIAMOND, después de la atronadora "Doctor Rock", se mandó un solo de batería simplemente brutal y demuestra que con práctica ningún talento se pierde (leí por ahí que Dee tiene la misma edad que Ulrich... ?!).

Para terminar, Lemmy cía nos dan sus últimas rafagas con "Just ‘Cos You Got the Power", "Going to Brazil" y la icónica "Ace of Spades", en donde el mosh se hizo presente con más fuerza -y con bengala íncluida- para que la banda saliera del escenario en primera instancia. El publico estaba entregado y yo aún pensaba: "¡y aún queda la presentación de los Metal Gods!"; luego de eso MOTÖRHEAD sale por última vez para regalarnos otro clásico, "Overkill". Con esto , el ahora flaco Kilmister, nos remataba con un Jam de aquellos para terminar una poderoza presentación. ¿Qué Lemmy viene enfermo a Chile?, ¡Anda a lavarte el poto!.

Una vez más Kilmister y sus secuaces ponen en alto el nombre del Rock and Roll en nuestro país, y esperemos que esta no sea su última vez. Para concluir, solo debo decir que cada vez que termino de ver a MOTÖRHEAD en vivo, recito siempre las palabras que dijo alguna vez Homero Simpson: "Aún oigo su aguardentosa voz en el viento".

Motorhead

JUDAS PRIEST:
Ya era hora de ver una vez más en Chile la brillante calva de Rob Halford. Supuestamente su última venida -bajo la gira del "Epitaph"- era su última visita para que luego la banda se relegase un indefinido retiro, pero gracias al petróleo que le puso el guitarrista Richie Faulkner a JUDAS PRIEST, finalmente no ocurrió tal cosa; es más, fue tanta la energía que les alcanzó para grabar un nuevo disco ("Redeemer of Souls") y que por consecuencia los trajo nuevamente a esta larga y angosta faja de tierra.

A las 9:50 hrs y bajo al son de "War Pigs", de sus coterráneos BLACK SABBATH, JUDAS PRIEST sale a escena para que de inmediato nos arrebataran el poco de energía que nos quedaban con "Dragonaut", track que abre su última placa y que está llena de riffs dignos de la mejor época de PRIEST. Lo bueno es que nota el buen fiato que Faulkner agarró con el resto de la banda y eso se notó.

"Metal Gods", "Devil's Child" y "Victim of Changes", simplemente fueron verdaderos himnos coreados a todo pulmón. Estamos claros que la calidad vocal de Halford no es la misma que de antaño, los años no pasan en vano, pero el tata no tiene temor en esforzarse. Ojo, y que quede claro, que no quiero decir que su voz está perdida o que no está a nivel, solo que en algunas ocasiones, en pequeñas ocasiones, se notaba el esfuerzo adicional del pelao para llegar a los tonos, pero para ser sincero esto es "un pelo de cola", porque en extricto rigor era alusinante escuchar a Rob. ¿Qué se le puede pedir a un Metal God?, en verdad nada, si ya lo ha dado todo.

Le siguió "Halls of Valhalla", otro tremendo corte de "Redeemer of Souls", y que a modo personal me dejó con un buen sabor de boca: Halford a la altura y Richie Faulkner apoderado por completo del escenario, ya estaba todo listo para el exito. El "mariconeo" -con toda la buena intensión que podría tener la palabra- comenzaba con "Love Bites", para luego continuar con "Turbo Lover", cortes dignos de algún baile heterosexual en el centro de la pista; no me van a creer, pero casi las bailo.

Casi ya había pasado una hora de performance, el tiempo cuando toca PRIEST si que se pasa corbata. "Redeemer of Souls" y la pulenta "Beyond the Realms of Death", le hicieron la entrada a la catártica "Jawbreaker" (como parte de la celebración de los 30 años del "Defenders of the Faith"), que a modo personal fue el punto máximo de la velada, simplemente joya. El mítico Glenn Tipton dió paso al clásico de clásicos, "Breaking the Law", que junto con "Hell Bent for Leather" (con moto Harley íncluida), dieron termino una apoteósica primera parte de show que ya en ese momento superaba con creces a su anterior presentación (2011).

Rob Halford regresa con una nueva chaqueta -que en esos momentos ya tenía más cambios de ropa que Cecilia Bolocco-, y con "The Hellion" sonando de fondo, el Movistar Arena coreó al unisono "Electric Eye", otro punto alto de la noche. "You've Got Another Thing Comin'", la hizo el amague a la más esperada por lo asistentes, es más, el mismo Scott Travis nos preguntó que cresta queríamos escuchar, era obvio: "Painkiller". Travis dándole duro a la caja, mientras las bengalas se encendían y el mosh se enardecían con el clásico que llevó a JUDAS PRIEST a otro nivel. Está todo dicho y todo entregado, "Living After Midnight" fue simplemente un bálsamo para dar fin a otra noche memorable de Metal.

Judas-Priest

Nada más que agregar, JUDAS PRIEST y MOTÖRHEAD nuevamente hicieron la pega. Ese dicho que dice que más sabe el diablo por viejo que por diablo se comprueba con cada nota que tocan e interpretan estos dos iconos del Metal. El legado está, solo hay que perdurarlo para siempre.

Por Erik Domínguez C.
Fotos: Miguel Fuentes (FanLab).
Fotos MOTÖRHEAD: Roberto Vergara (FanLab).

1 Comentario

  • Myth Aoe Knight Responder

    7 mayo, 2015 at 21:30

    que en estos momentos ya tenía más cambios de ropa que Cecilia Bolocco. wuajajajjajaja

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