Mayo 21/2025, Teatro Cariola.

El pasado 21 de mayo, la banda finlandesa BEHERIT, liderada por Marko Laiho como vocalista, tocó por primera vez en Chile. Enmarcado en una gira internacional de esta banda de culto, donde en un Teatro Cariola se hizo presente un público de heterogéneas edades y numeroso. Generando, por cierto, que el local se llenase considerablemente (razón por la cual se trasladó a este recinto y no se quedó en la Sala RBX).

SPORAE AUTEM YUGGOTH
Todo comenzó de manera bastante puntual, y la banda chilena, de nombre lovecrafteano, comenzó lo que sería el primer teloneo de la noche. Con una propuesta oscura, con una fuerte presencia del teclado para dar pie a melodías que acompañaban los riffs pesados e hipnóticos. Con un baterista prodigioso haciendo uso de una más que interesante ejecución, tornándose dinámico y llamativo. Algo que también podría decirse del guitarrista principal, cuyos solos no necesitaban ser frenéticos ni excesivamente técnicos, pero que, en una loable inteligencia musical, transmitía el caos de forma cautivante.

Las canciones interpretadas fueron: "Disintegration", "The Pendulum of Necropath", "Unperceptive Dimensión", "Phantasm Irrigation", y "Cathedral of the Abuser". Y aunque para ese entonces no se había llenado el recinto, me parece que los presentes se llevaron una buena impresión de esta notable banda chilena.

EXECRATOR
En algo inusual de ver, la banda comenzó antes del horario oficial, pero no fue algo que afectara negativamente. Simplemente lo destaco por lo anómalo de la situación.

Esta banda nacional tiene un recorrido nutrido por los años que comenzó en 1992. Por lo que son bastante conocidos en el circuito por donde se manejan. Su estilo es brutal, sin muchas concesiones, dejando espacio solamente para riffs rápidos, y una voz atronadora en sus guturales. Donde el frenesí imperó por sobre cualquier otro estilo.

Su repertorio de 8 canciones estuvo compuesto por: "Tears… Blood", "Symptom Of Darkness", "That Forgotten War", "Suicide", "Born Again", "De Sangre y Fuego", "Silent Murder" y "Death of God". Y no sobra decir que su ejecución fue impecable, sonaron muy bien y como siempre lo dieron todo para hacer un gran espectáculo.

BEHERIT
Similar que con EXECRATOR, el espectáculo inicio antes. Pero al ser la introducción de BEHERIT, más una música ambiental que la ejecución íntegra de música, no debió afectar a alguien si llegó a la hora programada. Ya que a las 22:00 fue cuando comenzó "Lord of Shadows and Goldenwood", una canción que consta de gran minimalismo dentro del Black Metal. Así fue como Jari Pirinen se limitó a tocar los toms como si se tratara de la percusión de un rito ocultista. Mientras el vocalista como cual profeta o sacerdote de las sombras, difundía por las luces y sombras el sonido de su profundo gutural. Mientras la guitarra y el bajo tocaban riffs de forma únisona al son del ritmo.

Luego vendría "Salomon’s Gate", donde el juego de iluminación en el escenario extendería, hasta el final, una sensación cuasi onírica sobre la presentación. Aunque con una canción con blast beat propias del género, unas melodías pre-programadas en una especie de teclado-sintetizador que utilizaba Marko Laiho. Propiciando una inmersión de inclinaciones tipo mosh, que en ocasiones generó los vitores del público. Y algo similar ocurriría con "Noctunal Evil".

BEHERIT demostraba ya con creces, la cualidad innata para generar un ambiente ritualístico de lúgubres ensoñaciones. Transmitiendo según el pasaje de la canción, el avasallador galope de la batería, o una más pausada sucesión de ritmos. Y esto último retornaría con "Sadomatic Rites", que bien presentó una faceta de velocidad intermedia, pero con toda la fuerza inherente al conjunto. Y una presencia mucho más marcada de Sami Tenetz secundando en los guturales mientras tocaba la guitarra. Algo con lo que destacaría de forma bestial en "Grave Desecration", ya que el vocalista principal ocupó ese espacio para descansar. Mientras el guitarrista tomaba el mando de la velada, profiriendo unos guturales bestiales y violentos. Adoptando así más relevancia vocal, incluso para "Witchcraft" cuando ya había vuelto Marko Laiho.

La constante de la presentación fue un público muy concentrado en la ejecución, y el espectáculo en sí mismo. Tanto que recuerdo incluso a las personas que se hallaban trabajando, guardias y vendedores, muy atentos de lo que estaban observando.

Entonecs comenzó "Black Arts" una especie de Black/doom que bajaría las revoluciones, aunque no así el entusiasmo, dando paso a uno de los temas más esperados por la mayoría: "The Gate of Nanna". Como si de una profunda catarsis se tratara, esta obra aunque no tan minimalista como el primer tema que tocó la banda, sí se le parece en algunos sentidos. Algo que otorgó al carisma y desplante escénico del vocalista, una mayor atención hacia sí. Mientras el público llegó a cantar fuertemente y emocionada parte de la letra, demostrando el especial cariño que le tienen a dicha canción.

En penúltima instancia sonaría "Unholy Pagan Fire", una gran canción que cuando terminó sonó una música ambiental que bien podría haber sido el "outro" para terminar. Pero creo que habría sido extraño, como una especie de sueño que no debía terminar allí. Incluso algunos, aunque pocos, se marcharon. Espero que haya sido para ir al baño o algo por el estilo. Porque la jornada terminaría con "Pagan Moon", otra de sus piezas de culto donde el vocalista hizo resonar con mayor energía sus guturales demoledores, en el final de una procesión cultista del Black Metal.

Continúa una música ambiental que esta vez sí es el fin, dando término a una jornada histórica que, sin duda alguna, fue muy emocionante como importante para muchos. No sólo porque fue la primera vez de BEHERIT en Chile, y tampoco porque quizás sea la última. Sino que por sobre todo porque la leyenda que los precedía, sigue viva e intacta, otorgando un espectáculo fantástico que ojalá se pueda repetir.

Por Joaquín Madariaga B.
Fotos por Fotos Metal. (Galería completa en el siguiente link)