Gran escozor generó entre los más puristas la irrupción de esta one-man band, donde el prejuicio jugó un rol clave. Más de alguno aplicó aquello de 'juzgar el libro por su portada', o en este caso, el disco.

El pasado viernes 13 se liberó en formato digital "Cruel World of Dreams and Fears", debut de DRAUGVEIL, y aunque el logo no impresiona en lo más mínimo, lo que realmente descolocó a muchos fue la portada: una imagen que parece más una broma interna que una declaración artística seria. Si la intención era llamar la atención, no cabe duda de que lo consiguió.

Pero más allá de su cuestionable carátula, el contenido habla por sí solo: letras centradas en la soledad, la melancolía y la angustia, emociones que impregnan cada nota, cada lamento, cada vociferación cargada de dolor.

Con la frialdad propia del género, el 'vilipendiado' ente tras este proyecto entrega un Black Metal de corte tradicional, sin ornamentos innecesarios y con un sonido orgánico que destila nostalgia. Prueba de ello son cortes como "Moonlit Resurrection", "Soiltear", "When Silence Became My Kingdom" y los instrumentales "My Sword Points to the Past" y "Beneath the Armor I Rot".

Un disco que no destaca por su originalidad; no obstante, es una producción que, si eres seguidor de este tipo de sonidos, de seguro repasarás en más de alguna oportunidad.

Por Gustavo Maldonado G.