Retomando esta cosa de las reseñas de producciones que fueron lanzadas el pasado 14 de abril, les quiero expresar mis ideas sobre "Invisible Queen", última placa de los alemanes HOLY MOSES, banda que personalmente pensé que no sacarían algo que destacar después de "Redefined Mayhem" (2014). Pasaron casi 9 años para tener noticias de ellos y vaya de qué forma. En este caso en particular, la espera valió la pena.

Este décimo segundo esfuerzo y que pone fin a la carrera por los liderados por la incombustible –a nivel vocal- Sabina Classen, ha demostrado que muchas veces es mejor esperar para expulsar un material verdaderamente de calidad; más aún cuando consideramos que sus últimas entregas, "Agony of Death" (2008) o el ya nombrado "Redefined Mayhem", son placas prácticamente olvidables... para mí al menos.

Una de las cosas a destacar es el arte del disco, que nos adentra -justamente- en el adiós. Una reina invisible, olvidada en el tiempo, que custodia viejos baluartes que solo ella encuentra valor. Muy bien lograda y bonita.

"Invisible Queen", que consta de 12 canciones las cuales llegan a los casi 50 minutos de duración, es un álbum que recupera las raíces del Thrash Metal: caótico, primitivo, por momentos de un sonido áspero, pero siempre agresivo, rememorando el pasado que los vio surgir y los posiciono dentro de la escena germánica.

Quizás es la nostalgia la que no me permite criticar mayormente esta despedida, pero siendo honesto, este Long Play es de lo mejor que ha expulsado la banda en los últimos 23 años.

Por L.O.E.