Febrero 14/2019, Teatro Cariola.

No puedo arrancar este comentario sin antes mencionar que ELUVEITIE es una banda a la cual le tengo mucho cariño. ¿Las razones? Pues la crítica de su primer concierto en Chile el año 2016 fue mi “PSU” y puerta de ingreso a este antro de caca al cual le decimos de cariño “TPcito”, siendo una banda a la cual sigo sus pasos desde su primer larga duración (Spirit; 2006). Cautivándome desde el comienzo por mezclar dos estilos que amo en el Metal, el Folk escandinavo y el Death Metal “melódico” (alguna vez llamada “Death Sueco”).

Transcurrida las 20:00 hrs, la comunidad amante del Folk Metal era convocada a una nueva jornada de instrumentos folclóricos, cerveza fría e idolatría a los dioses escandinavos. Los mjollnir desfilaban por la cola del Teatro Cariola como si los hubiesen regalado para una fiesta de Halloween.

Entre una multitud enardecida los suizos abren fuego a su show, arrancando al igual que en otras localidades de su gira, con su más reciente single denominado “Ategnatos”. Aunque la respuesta del público es notoriamente efervescente, el sonido del recinto no acompaña para nada, sintiéndose todo absolutamente “reventado”, lo cual no pasó desapercibido para nadie. Estas dificultades técnicas son más notorias al pasar a “King”; me costó hasta distinguir las guitarras en algunos temas. A pesar de ello, debo destacar que el apañe de las y los presentes se mantenía cantando a todo pulmón, sin cuestionarse mucho estas complejidades. Entregando un pequeño agradecimiento por parte de su frontman, Chrigel Glanzmann, se abre un espacio hacia el folk purista continuando con “Omnos”, “Lvgvs” y “Catvrix”, dejando posteriormente un espacio vocal en solitario a Fabienne Erni, quien junto a un simple efecto de luz de fondo y el Cariola totalmente oscuro, suponía ser una sombra femenina cantando “Artio” entre las sombras, siendo la respuesta de los presentes absolutamente eufórica.

Lo que parecía ser el momento acústico de la noche, continúa con “Epona”. Instancia en que sí pude observar algo de aburrimiento en varios de los presentes, siendo drástico el cambio anímico al comenzar a sonar “Thousandfold”, dando una impresión de respuesta como: “¡¡Al fín!! ¡¡Volvió el Metal!!”, la cual fue coreada a todo pulmón. Un pequeño silencio deja espacio al violín de Nicole Ansperger, entregando la apertura de “Quoth The Raven”, una de mis favoritas.  Y aquí debo detenerme en un punto que personalmente me molestó bastante… ¡Carajo! ¡¿Qué pasó con los tiempos?! ¡¿Por qué cresta ambas canciones las tocan tan lentas?! ¡Si es fiesta la cosa, pueh!

Antes de continuar, apagadas totalmente las luces, se escucha a  Alain Ackermann tocar su batería a toda velocidad, integrándose el resto de los músicos sin previo aviso en la oscuridad para ejecutar “Kingdom Come Undone”, ¡Notaaaable!. Ya pal cierre los suizos remataron con “Rebirth” e “Inis Mona” (única canción donde pude distinguir con claridad la Gaita).

Sin desmerecer el enorme trabajo que es reemplazar músicos con el tecnicismo, actitud, creatividad y fuerza de Ivo Henzi y Anna -“la narigoncita de ojos claros”- Murphy, y manteniendo el nivel profesional que implica la ejecución de las canciones de ELUVEITIE, debo manifestar mi reclamo del escueto contenido en el set de discazos como son “Spirit” e “Slania”. ¿La cosa funciona?: ¡Pues claro que sí, y muy bien!; ¿El concierto estuvo bueno?: ¡Por supuesto, estuvo la raja!; ¡Pero por favor, no olviden su anterior cruzada! Se pueden reemplazar los guerreros, pero si el navío se comanda bien, arrasará donde se le antoje zarpar.

Por Vicente Miranda H.
Fotos: Víctor Donoso (Ver galería completa en el siguiente Link.)