GLORYHAMMER
La noche en que el cayó el mazo

13 de noviembre de 2025, Teatro Cariola.
El Teatro Cariola, esa vieja fortaleza enclavada en pleno corazón de Santiago, se transformó en un portal hacia mundos donde reinan la magia, el acero y criaturas sacadas de leyendas.
El pasado jueves, luego de años de intentos frustrados y una cancelación que dejó un vacío doloroso entre los fanáticos, los héroes escoceses de Dundee, GLORYHAMMER, finalmente descendieron sobre estas tierras para iniciar su cruzada: "South American Hoots Patrol".
La velada estalló con el fulgor del Power Metal sinfónico, invocando realidades donde unicornios corren entre rayos láser y goblins espaciales traman la ruina del universo. Pero antes de que el martillo glorioso se alzara contra la oscuridad, dos órdenes guerreras prepararon el campo para el enfrentamiento final.
DOLEZALL
Desde dominios inspirados en antiguas batallas medievales surgió DOLEZALL, agrupación chilena cuya propuesta de metal oscuro y teatral reflejada en su último lanzamiento "The Book of Mysteries" (2025) abrió el ritual a las 19:00 hrs.
Felipe del Valle, su vocalista, apareció transformado en un guerrero con cuernos y portador de un escudo vikingo. Su voz, poderosa y dominante, marcó el inicio del asalto con "The Oaken Shields". El ataque continuó con "Scourse of Gods", "Heir of the Cross" y "The Bloodbath Feast".

Ya en pleno fragor, lanzó un vibrante '¡Somos pocos, pero locos!', antes de introducir "The Lady of the Death" y el cierre llegó con "Jack the Ripper", escenificado con un sombrero de copa que evocó la figura del mítico destripador bajo las sombras del Cariola.
Su presentación fue intensa y profundamente teatral. Aunque algunos detalles sonoros se dejaron sentir, no opacaron el magnetismo del frontman ni la fuerza visual de su puesta en escena.
Con ellos, se abrió la primera puerta hacia una noche dominada por la fantasía y el poder.
STEELRAGE
Después hicieron su entrada los veteranos locales: STEELRAGE, celebrados por sus seguidores y curtidos guerreros del Heavy Metal que siempre responden al llamado.
Con la intro "Rage of Steel", las guitarras melódicas prepararon la llegada de Jaime Steel, quien surgió como un paladín nacional. Recordó la cancelación previa de los escoceses y proclamó el honor de abrir el camino para GLORYHAMMER. El ataque avanzó con: "My Dark Passenger", "Thought the Storm" y "The Last Card".

Como golpe final, ofrecieron una pieza cargada de sentimiento: "We'll Never Give Up", dedicada a su hermano caído, ahora reposando en el VALHALLA.
STEELRAGE dejó al público encendido, armas en alto, listos para la inminente guerra intergaláctica.
GLORYHAMMER
Pasadas las 21:00 hrs, las luces se apagan. En los parlantes suena "Delilah" de Tom Jones -uno de los mejores- y la imagen gigante del cantante domina el escenario mientras todos corean como si activaran un hechizo. Entonces, entre destellos verde esmeralda y un rugido colectivo, aparecen los héroes de Dundee Angus McFife, en la voz. Ralathor, batería. The Hootsman en el bajo. El malvado mago Zargothrax y Ser Proletius en las guitarras.
El martillo cae con un estruendo cósmico iniciando la batalla con "Land of the Unicorns" El primer golpe desata un mosh feroz que hace pensar que un unicornio podría irrumpir entre la multitud en cualquier momento.

Le siguen "He Has Returned" y "Fly Away", transportando al público a recorrer estrellas y campos de guerra estelares.
En plena euforia, Angus, siempre magnético y encantador, levanta la voz: '¡Coreen, guerreros!', preparando el terreno para "Angus McFife", uno de los clásicos más queridos. El público responde de inmediato con un atronador: 'HOOTS! HOOTS!'. Entre risas, el vocalista bromea: 'Chile es un hermoso país, pero no tiene un fuerte galáctico' y comienza "Questlords of Inverness, ¡Ride to the Galactic Fortress!", evocando la figura del mítico bastión espacial.
Luego, la escena se oscurece. Hootsman aparece, bebiendo un vaso de cerveza de un solo sorbo, como un guerrero victorioso, el cual es ovacionado por todos e inicia "Wasteland Warrior Hoots Patrol". De pronto, un goblin invade el escenario blandiendo un saxofón inflable e intenta robar el GLORYHAMMER para dominar la galaxia. La banda lo enfrenta con humor, teatralidad y la potencia del Metal. No es solo un concierto: es una batalla épica hecha espectáculo. El público ruge: 'Swords! Hammers! Battleaxe!'.
La noche avanza impulsada por el poderoso himno "Gloryhammer", y pronto Angus lanza la orden '¡Prepare for fight!', marcando el inicio de una nueva arremetida con "Fife Eternal" y "Masters of the Galaxy", donde una intervención del malvado mago Zargothrax provoca que el público le grite entre risas: '¡Chúpalo! ¡Chúpalo!'.

Más adelante, durante "On a Quest in Aberdeen", un espontáneo '¡Peter Pan!' dirigido a Angus desata carcajadas en el recinto. La batalla continúa con "Siege of Dunkeld / In Hoots We Trust", momento en que Zargothrax destaca el honor de estar realizando su primer show en Sudamérica, para luego encender el ambiente con "The Keeper of the Celestial Flame", "Universe on Fire" y "Hootsforce", una descarga pura de energía galáctica. El mosh estalla como un torbellino. "¡Han sido increíbles esta noche!", exclama Angus.
El público responde ansioso: 'GLORYHAMMER! GLORYHAMMER!'. Los héroes vuelven para la acometida final: "The Unicorn Invasion of Dundee". La invasión unicorniana desata el caos glorioso dentro del Cariola. El público gira, salta, ríe; es un frenesí de fantasía, camaradería y guerra luminosa.
La actuación de GLORYHAMMER fue, sin exagerar, épica. Entre teatralidad, virtuosismo, humor interdimensional y personajes sacados de sagas fantásticas, ofrecieron una noche imposible de borrar. En tiempos inciertos, espectáculos como este son un destello de esperanza: un recordatorio de que la imaginación puede aún unir reinos, personas y corazones.
Porque en Chile, al menos durante esa noche, el Martillo de la Gloria reinó sobre todos.
Por Náyade Soto O.
Fotos por Fotos Metal. (Galería completa en el siguiente link)
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