En lo que finalmente se transformó en una noche histórica y agridulce para el Metal mundial, el pasado 5 de julio en Villa Park (Birmingham), BLACK SABBATH realizó su último concierto con Ozzy Osbourne antes de su lamentado fallecimiento. Y el legendario baterista Bill Ward no se guardó nada al recordar el emotivo momento en una reciente entrevista con Mike Stark para LA Radio Sessions y que pueden chequear más abajo.

Ward habló con el corazón abierto sobre el show "Back to the Beginning", que reunió a la formación original de SABBATH por última vez sobre un escenario. La selección del repertorio fue clave: "Fue un denominador común entre todos los que estábamos ahí. Buscamos las canciones más definitivas que pudieran funcionar para todos", explicó el baterista. El set incluyó himnos como "War Pigs", "Iron Man", "N.I.B." y, por supuesto, "Paranoid".

Pero más allá de las canciones, lo que marcó la noche fue la humanidad de la banda. Ward contó que, apenas terminó de tocar, su primer impulso fue asegurarse de que Ozzy estuviera bien, quien -sentado en su trono negro- dio batalla con cinco temas de su carrera solista, incluyendo "Crazy Train" y "Mama, I’m Coming Home", acompañado de músicos de lujo como Zakk Wylde y Mike Inez.

"Solo quería bajarme de la batería y ver a Ozzy. Después ver si Tony y Geezer estaban bien. Y luego... aplaudir al público. A mi familia. A los músicos. A todos. Solo quería agradecer", dijo Ward visiblemente emocionado. Porque eso fue lo que representó el show: un gigantesco "gracias" a los fans, a la música y a la ciudad que los vio nacer.

La velada cerró con fuegos artificiales, un pastel sorpresa para Ozzy, y un mensaje final proyectado en pantalla grande: "Thank you for everything, you guys are fucking amazing. Birmingham Forever".

Un cierre de ciclo como pocos. Un adiós a lo grande.