Febrero 8/2019, Club Blondie.

Tras solo 3 años de su última visita, el pasado 8 de febrero tuvimos el agrado de recibir la alcohólica visita de los alemanes TANKARD por tercera vez, íconos del Thrash teutón y de los guatones cerveceros de todo el mundo. En lo personal, es de mis favoritos de su tipo y el webeo siempre está asegurado con ellos, cosa que pude presenciar tanto a fines de 2007 en Santiasco como en el huevo en febrero del 2016; y es que se nota que tienen su fanaticada fiel que los acompaña en cada ocasión dejando la cagá y manteniendo en lo alto la sana costumbre del mosh.

Con los compas de TPcito llegamos justo pa ver a MASSIVE POWER justo antes del show de los alemanes, una banda que también tiene su nicho dentro de los capitalinos que los vacila. Aunque lamentablemente no se escuchaba muy bien, y las voces de Nelson Muñoz poco y nada hizo para arreglar el show en ese aspecto; más no fue impedimento para que los asistentes -sobre todo la fanaticada fiel- calentaran motores después de su previa en las afueras de la Blondie y en espera del plato principal de la noche. Tocaron como 40 minutos en su descarga de Thrash Metal directo a la vena… incluyendo las chuchás.

Hasta que vino el turno de Gerre, Frank y compañía. El cuarteto alemán partió pateando cráneos con el tema que da nombre a su última placa: “One foot in the Grave”, la cual fue recibida con efusividad por parte del no-tan-respetable. Me sorprendió en general la respuesta que hubo por parte de los fanáticos a los temas más nuevos, sobre todo considerando que el setlist se cargó un poco a los últimos dos discos, “R.I.B.” (2014) y “One foot in the Grave” (2017), pero por supuesto dando espacio a varios temas más clásicos. Precisamente, después de la apertura vino el momento para dos joyitas de estos alemanes: “The Morning After” y “Zombie Attack”. Ahí ya se desató la borrachera completa y dejó a todos salpicados de cerveza y sudor. Excelente ejecución y sonido por lo demás, lo que acompañó a que fuera una jornada redonda y sin contratiempos.

Dentro del setlist, circularon varios viejos conocidos para los locales, manteniendo cierta estructura base común entre sus presentaciones en nuestro país, aunque en esta gira bajaron la cuota del disco “Zombie Attack” (1986), lamentablemente. Aún así, pudimos disfrutar de temazos como el himno “Die with a Beer in yur Hand”, “Minds on the Moon” (esta, una de mis favoritas), “Metaltometal” o la tremenda “Chemical Invasion”, toda una declaración de guerra a las cervezas de mierda y llenas de aditivos que abundan en la cuneta.

Tras una breve interrupción y bajo la aclamación del público presente, vino el cierre de esta jornada con un movido triplete que nos dejó a todos con la fiesta en el cuerpo: “Alien”, “A girl called Cerveza” -seguramente para darle el toque latino a la gira- y el himno más grande de a banda y donde siempre es ley dejar la patá, “(Empty) Tankard”; en esta, como es costumbre, contó con el apoyo de los presentes coreando a grito pelao “We wanna drink some... Whisky! / We wanna drink some... Beer!” que tras una última Vuelta dejó a todos con la lengua afuera pidiendo agüita.

Notable presentación. Los oriundos de Frankfurt una vez más reinaron durante la noche del viernes y sacaron a relucir todo el prestigio consagrado a lo largo de su maltosa y lupulada carrera. Sí, siempre van a faltar algunos clásicos como “Freibier” o algo más del primer disco, como “Mercenary” o “Maniac Forces”; sin embargo sería injusto decir que el show estuvo incompleto o que no fue la raja de principio a fin. Así lo determino el respetable en su interacción con la banda y el afecto es recíproco. ¡Así que a esperar que vuelvan nuevamente no más! Que, de seguro, volveremos a tenerlos en un tiempo más por acá. Que el alcohol no falte, señores.

Por Hernán Gonzalez U.
Fotos: Max Batlle (Ver galería completa en el siguiente Link).