Enero 20/2019, Club Blondie.

No fue coincidencia que el pasado domingo 20 de enero, la luna, la tierra y el sol se alinearan en un único eclipse total -denominado como Super Luna de Sangre- justo después de que los suecos WATAIN se presentaran en nuestro tembloroso chilito, promocionando su último disco “Trident Wolf Eclipse” (2018) en la gira "Furor Diabolicus Latin American Tour 2019".

Los amigos del cola de flecha, encabezados por Erik Danielsson (E), pisaron nuestro país luego de su exitoso paso por Brasil y Argentina para posicionarse en la ya concurrida y carretiada Blondie. Saliendo al escenario a eso de las 20:15 hrs, deleitaron al respetable con el primer tema, “Storm of the Antichrist”, generando la locura de los chascones allí presentes.

Por unos momentos, sentí estar en el mismísimo infierno, la puesta en escena del conjunto contemplaba tridentes suecos (haciendo honor a sus raíces nórdicas), cruces invertidas en escenario y vestimentas, velas y una atmósfera siniestra digna de la llegada del maligno a la tierra; las que se relacionaban perfectamente con lo que la agrupación desea transmitir en cada una de sus composiciones... a pesar de la falta de fuego que no hubiera venido mal.

Posteriormente continuaron tocando varios temas de su repertorio musical como “The Child Must Die”, “Furor Diabolicus”, “Sacred Damnation”, entre otros, propagando un ambiente de paganismo y oscuridad, propios de las raíces más profundas del Black Metal.

Al ir avanzando el show, y con el miedo latente a que terminase abruptamente al igual que las 2 presentaciones anteriores (2010 y 2014) -de las que ya sabemos que hasta el tío que vende sopaipillas afuera del recinto tuvo que cantar para cerrar-, la fanaticada, ya convencida de que esta era la presentación definitiva, cedió sin tapujos y coreó los clásicos de los blackers sin interrupciones.

Luego de un “respiro” y salida del escenario -para comer unos clásicos berlines con azúcar flor para recomponer energías- WATAIN se presenta nuevamente en el escenario, intensificando aún más el show, y aprovechando de bautizar con sangre de cerdo a los que nos encontrábamos en primera fila -olor que acompañó a muchos durante varias horas, incluso a los pescados secos por días- y de la que era imposible escaparse.

Cabe destacar que pese a los antecedentes que traía la banda sueca en nuestro país, esta fue capaz de reivindicarse y entregarnos un espectáculo digno de su trayectoria, terminando todo su setlist sin ningún inconveniente (calcado que el de Brasil y Argentina). Mientas que por otro lado, el sonido fue claro y potente, a pesar de las fallas iniciales que se rectificaron al iniciar el concierto.

Esperamos que las próximas presentaciones que traigan de vuelta a nuestras tierras a Erik, y sobre todo a nuestro querido compatriota Álvaro Lillo, continúen con la misma calidad y deleite para los fans que amamos la real escena del Metal Oscuro. ¡Hoy sin chicota, mañana sí!

Por Geraldine Ramos L.
Fotos: Víctor Donoso (Ver galería completa en el siguiente Link.)