No esconderé mi fanatismo con esta agrupación que, ya en los lejanos noventas, nos entregó trabajos que sentaron las bases del venerado sonido de Gotemburgo y su aclamado movimiento del Swedish Death Metal.

La disolución de AT THE GATES en 1996, llegó en el momento cúspide de su carrera y es por eso que, al menos para mí, se tornó incomprensible pensando en el impacto que tuvo el “Slaugther of the Soul” (1995) en aquellos años.  Ahora bien, durante el año 2010, la banda sueca se reunió sólo con el afán de realizar un par de giras, pero al ver la buena respuesta de los fans, se atrevieron y hasta ahora han editado dos trabajos: “At War with Reality” (2014) y este nuevo “To Drink from the Night Itself”.

En “To Drink from the Night Itself”, pensé que encontraría algo similar a lo capturado en su Masterpiece; no obstante, existen solo algunos pasajes que me hacen recordar dicho esfuerzo. Tracks como “A Stare Bound in Stone”, “The Colours of the Beast” y “In Death They Shall Burn”, de cierta forma reafirman mi apreciación. Sin embargo, composiciones como “The Chasm”, mantiene en parte la esencia de la agrupación, pero nos ofrenda algunos tibios cambios en lo que escuchamos anteriormente. Por otra parte, la misma sensación me dejó “The Mirror Black”, que trae consigo una melancolía que, al menos yo, no había sentido en manos de la banda liderada por Tomas "Tompa" Lindberg.

Un elemento a destacar es la complicidad entre Martin Larsson y Jonas Stålhammar, tomando en cuenta que es el primer disco que graban juntos. Se puede percibir que comprenden perfectamente el ritmo y sonido que nos ha motivado a cabecear hace años. Asimismo, el tremendo aporte de Adrian Erlandsson, quien, a pesar de su edad, machaca los tarros como si fuese un quinceañero. Hablar del aporte de Jonas Björler y el ya mencionado Lindberg sería expresar algo que los seguidores de la banda -que seguramente están leyendo esto- conocen de sobra.

Hoy, AT THE CUCHITOS, ha logrado eyectar un disco bien logrado, correcto, que los mantiene en una especie de zona de confort que, según mi apreciación, les sienta bastante bien. Nada destacado se gana, pero tampoco nada destacado se pierde

Por Gustavo Maldonado G.