AUTOPSY
Morbidity Triumphant

Lo que está muerto no puede morir. Una buena premisa para empezar a analizar este nuevo disco de los gringos de AUTOPSY; siempre fieles a su línea y sin nunca alejarse mucho de sus raíces, el cuarteto sabe cómo sorprender y reinventarse para sonar 'cañón' y mantener su esencia pútrida.

Fieles a su sonido de vieja escuela del Death metal, este esfuerzo viene cargado de brutalidad y riffs potentes, con ciertos pasajes más Death/Doom que matizan muy bien a la hora de la carnicería macabra. El trabajo de Chris Reifert en vocales es simplemente notable, considerando su versatilidad para ejecutar variados tipos de vocalizaciones con una expresividad envidiable; el tipo te gruñe, te grita y te ladra con claridad y calidad. Hasta le vomita si se lo piden.

El LP arranca con fuerza bruta al ritmo de "Stab the Brain", un track que literalmente te empala el cerebro con una fórmula clásica, pero que se siente a flor de piel en la apasionada ejecución musical de estos compas; lo viven con la misma intensidad que si estuvieran tocando "Severed Survival" (1989). NO dan tregua más que en las pantanosas y catacumbescas transiciones que acostumbran algunos de sus canciones. "Final Frost" le sigue a la pieza de apertura, con riffs bien cargados al doom que pueden recordarte a bandas como SAINT VITUS o HELLHAMMER, sin que esto parezca algo forzado, sino que fluye con toda naturalidad en las decadentes venas de AUTOPSY. Para mí, 'un manjars'.

"The Voracious One" es una canción bastante interesante que ofrece buenos riffs y algunas tonadas que se acercan bastante al Doom e incluso al Stoner, con reminiscencias a los padres BLACK SABBATH si así se quiere interpretar. Todo esto sin alejarse mucho de su barrio, el Death Metal bueno pa la descuartización, alimentado de sesos humanos y extremidades mal amputadas.

La placa en general te mantiene entretenido con cambios de velocidad, solos vertiginosos, baterías que marcan el tempo de la ceremonia y la connotada voz de Reifert resultando en un todo muy bien cuajado y convincente. Destacaría cortes como las entretenidas y veloces "Knife Slice, Axe Chop" o "Maggots in the Mirror", con cargas de Metal de la Muerte preciso y duro; o "Skin by Skin", que tiene un sonido más Death/Doom pero con transiciones rápidas y violentas que me recordaron a ASPHYX en algunos parajes.

"Morbidity Triumphant" en sí es un deleite mórbido, lleno de fuerza y odio, con mucha calidad técnica y mucho sonido clásico; en el fondo, tiene de todo lo que uno podría esperar de los californianos, y ejecutado con pasión y creatividad en un cuarteto que parece haber encontrado gran sustento en su nuevo bajista, Greg Wilkinson. Sin dudas, un álbum triunfal para estos carniceros de primera.

Por Hernán González U.

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