Un trabajo profundo y con identidad propia es algo que caracteriza a BITTERDUSK. La banda liderada por los hermanos Alvarado lleva ya 29 años forjando su propio camino dentro del Doom Metal, y con "Guardián del Valle" ratifican una vez más que su propuesta está constantemente en busca de la trascendencia.

El cuarto LP del grupo nos lleva a transitar por introspectivos parajes musicales que hablan mucho de espiritualidad y se alimenta de la herencia ancestral de nuestra tierra y la naturaleza. En lo personal, me encanta la propuesta de estos compas, y que viene a dar continuidad a lo mostrado en "Árbol Cósmico" (2017) como parte de su evolución personal a través del tiempo.

El álbum arranca con el corte que da nombre al mismo, "Guardián del Valle"; aquí la agrupación muestra de inmediato sus credenciales y su profundidad musical, con un ritmo hipnótico que entre voces y baterías parecen la plegaria de un antiguo rito que renace desde las entrañas de la tierra. El delay y el reverb de las guitarras dan pie a un ambiente profundo muy bien acompañado por el marcado sonido de las cuerdas del bajo, que a ratos juega con la distorsión.

"Ojos de la Montaña" es un tema que me encanta y que oscila entre el Doom Metal y el Gothic Rock, recordándome a la época de la segunda mitad de los noventas de bandas como ANATHEMA, TIAMAT o PARADISE LOST; hasta me imaginé a Greg Mackintosh del último conjunto mencionado haciendo las guitarras con su característico sonido melódico. También destacaría "Ascensión del Sol Interno" y "Rezo Antiguo" dentro de mis rolas favoritas del álbum, las cuales producen un sonido ritualístico muy bien trabajado y que muestra coherencia y cohesión a lo largo de toda la placa. En general no hay tema que te aburra; todos tienen algo importante que contribuir en esta ceremonia. Un viaje interior de autodescubrimiento en las orillas del océano cósmico.

Para cerrar esta obra tenemos a "Leonor", corte muy emotivo, con bellas guitarras que destacan por la melancolía y la atmósfera envolvente que generan a lo largo de los poco más de 46 minutos que dura este esfuerzo.

Un excelente trabajo que logra tocar la fibra interna del oyente con su profundidad y consistencia, logrando transmitir su emotividad y complejidad conmoviendo el alma. La acompañaría de un clásico de nuestra tierra del sur, como lo es la tradicional Cuello Negro Stout; una cerveza oscura como el futuro que muestra con gracia sus notas torradas a café y chocolate, balanceada con un preciso lupulado de corte herbal.

Por Hernán González U.