BRUCE DICKINSON
The Mandrake Project
No hay duda alguna de que BRUCE DICKINSON es un baluarte del Heavy Metal. Con su contribución a la escena, IRON MAIDEN alcanzó la gloria a nivel mundial, consagrándose como uno de los grandes actos del ambiente metalero desde mediados de los años 80's. Esta vez, tras 19 años de pausa en su carrera solista, el inquieto vocalista retoma su senda en solitario para entregarnos este nuevo trabajo: "The Mandrake Project". Y vaya que lo hace con gracia.
El disco arranca con "Afterglow of Ragnarok". Un tema muy interesante y que marca altiro una diferencia con la banda de procedencia de Bruce en cuanto a sonido: una afinación más baja, más distorsión y otras métricas que se alejan del clásico Heavy Metal, jugando con el Stoner y el Hard Rock e incorporando otros elementos como los teclados, lo cual a mi paladar le entrega una nota de frescura bastante agradable. La afinación, por lo demás le juega bastante a favor al longevo vocalista; puede emplear su voz con más comodidad y sin verse tan exigido como en la 'Doncella de Hierro' en los últimos discos.
El esfuerzo en sí es bastante consistente y siento que ninguna canción güatea, ya que pasa por cortes más Heavy, otros más Hard Rock y algunas infaltables baladas que este cantante inglés sabe bien como encarar con gracia. También hay temas como "Resurrection Man", que incorporan otros elementos, como guitarras acústicas con un sonido bastante 'español' -por decirlo así-, donde combina estos elementos con el Rock y el Heavy Metal con muy buenos resultados. O los sonidos arabescos que tiene la excelente "Fingers in the Wounds" en su sección media, intercalando con riffs sencillos, pero bastante efectivos a la hora de engancharte. Y Bruce, una vez más, destacando con su desempeño vocal, dándole la épica que lo caracteriza. "Eternity has Failed", también constituye un temazo que incorpora de manera brillante percusiones más tribales y el uso de una flauta para generar una atmósfera distinta e interesante que te engatusa para luego da repaso a un riff más clásico de Heavy Metal a medio ritmo. ¿Y los teclados? ¡Callampín bombín! No, mentira, ahí están, brillando en los coros y complementando en esta y todos los tracks para mayor placer del oyente; un excelente aporte a lo largo de la placa.
Ya en el tramo final del álbum, de las tres baladas que concluyen este trabajo, la que más me gustó fue "Shadow of the Gods", que juega muy bien con la emotividad para después meterle un riff cañero medio Stoner que me recordó altiro a "Green Machine" de KYUSS, aunque con un tempo un poquito más lento, pero que de todas maneras funciona bacán.
En resumen, es una gran entrega de Dickinson como solista, demostrando que tiene vida fuera de IRON MAIDEN y hay mucho más para decir; de parecer estar quemando sus últimos cartuchos en "Senjutsu" (2021), a este "The Mandrake Project" (2024), hay harta diferencia y revaloriza a este veterano del Heavy Metal. Para mi, es el mejor disco en que le he visto participar desde la grabación de "Dance of Death" (2003) con 'MAIDEN'. Ideal para vacilar con una American Pale Ale; su Manitoba de Jester y nos dejamos llevar por lo clásico en esa mezcla de caramelo y lupulado con notas resinosas.
Por Hernán González U.
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