¿Se acuerdan del EP de covers que sacó NAPALM DEATH a fines de los noventas, donde incluso tocaban un tema de nuestros queridos PENTAGRAM?, se llamaba "Leaders, not Followers". Ese título siempre me ha hecho mucho sentido para definir a esas pocas bandas contadas con los dedos de una mano que se diferencian del resto, asumiendo riesgos e imponiendo los nuevos estándares. Los líderes y los seguidores. Los innovadores y los que se suben al carro de la victoria. Los bielsistas y los demás(!).

Dentro de ese selecto grupo de bandas integrado por DEATH, CELTIC FROST, ENSLAVED y alguno más que se me puede escapar, no se puede ignorar a DARKTHRONE. Muchos asocian a la dupla de Fenriz y Nocturno Culto exclusivamente con la escena Black Metal noruega, pero recordemos que en su adolescencia a comienzos de los 90 hicieron un Death primitivo, para luego establecer el estándar (tanto sonoro como estético) de la segunda ola del Black, y cuando se aburrieron de ser copiados hasta el hartazgo por sus seguidores decidieron volver a lo básico y crear obras sucias, simples y crudas basadas en el Punk más violento.

Con estos antecedentes, era válido preguntarse qué dirección tomarían Fenriz y Nocturno Culto en este disco. Y cuando todos apostaban por la continuidad de la era Punk-Throne, el dúo se despacha este DIS-CA-ZO de puro heavy metal tradicional, con una fuerte influencia de la N.W.O.B.H.M. más podrida y del costado más épico de la primera ola de Black Metal (sale HELLHAMMER y VENOM, entra BATHORY y MERCYFUL FATE) como una especie de tributo a las bandas que acompañaron la infancia de estos dos amigos inseparables. Para ser justos, en los últimos discos ya daban un indicio de esta influencia, pero sólo con destellos fugaces. En cambio acá, la vibra ochentera es omnipresente, desde las composiciones hasta el sonido, que como de costumbre es crudo y bien “de sala de ensayo”, pero bastante más pulido que en sus producciones anteriores, sobre todo si consideramos discos como el "Transilvanian Hunger" o el más reciente "The Cultis Alive".

A través de las 6 canciones de este disco, el trabajo de guitarras de Nocturno Culto sorprende positivamente ya que despliega un arsenal de riffs a los que no nos tenía acostumbrados, que mantienen la crudeza de la era Punk, pero agregando mayor técnica y variedad, que demuestran su amor en partes iguales por el heavy más tradicional y el doom setentero y ocultista. Por su parte, lo de Fenriz tras los parches es súper básico, pero muy efectivo (tampoco se le exige más, lo suyo no va por el lado del virtuosismo) brillando sobre todo en los momentos más acelerados donde se respira la influencia de bandas como AGENT STEEL o COLD STEEL. No obstante, la cosa no es a puro fierro(!) y se atreven a incorporar partes acústicas y momentos épicos en temas como “Valkirye”, o una lenta y oscura pesadez en “Come warfare, the entire doom” y mucha N.W.O.B.H.M. en la apertura del disco con “Dead early”.

Y qué decir del último track... La monumental “Leave no cross unturned” no solo es la mejor canción del disco (y quizás del año), sino que además postula al premio de mejor nombre de canción jamás escrito. Con una intro que recuerda a la de Black Magic de SLAYER, seguida por un alarido de la escuela del gran Kim Bendix Petersen y una pronunciación del inglés al estilo Ivan Drago en Rocky IV doblada al español, esta canción no deja cruz sin dar vuelta con su coro inolvidable y sus esquizofrénicos cambios de dirección, pasando por momentos de velocidad proto-thrashera hasta mazazos de un arrastrado doom a través de incontables y gloriosos riffs (otro guiño al viejo MERCYFUL, esta vez en la estructura de sus composiciones)

En definitiva, DARKTHRONE una vez más dio un golpe de timón dejando de lado los mohicanos y el jarabe para la tos, para calzarse la chaqueta de jeans sin mangas con parches de AGENT STEEL y MANILLA ROAD, y de paso compuso el que seguro estará en el podio de los mejores discos del año. Ah, y cuando el 2014 nos llenemos de bandas nuevas haciendo metal tradicional, bueno... Sólo les pido que se acuerden de quienes son los líderes y quienes los seguidores.

Por JP Andrusco.