GRUNTODE
Bosque
“Minimalista” es el adjetivo que mejor describe el primer larga duración de GRUNTODE; es más, su trabajo titulado “Bosque” se rehúsa a “echar mano” a los elementos tradicionales del Doom y busca su sello distintivo en la simpleza de una guitarra acústica, un par de percusiones y voces con matices, los cuales se transforman automáticamente en sinónimo de melancolía e introspección.
Si se trata de rotular la propuesta del proyecto que comparten Matías Ibañez y Tannus Anguita (ambos de ENDIMION) le daría la categoría de Trovadoom con tintes neoflokloricos, en la línea de los ya extintos UARAL.
La propuesta resulta atractiva y novedosa: acá se sobrepasan los límites que muchas veces se “autoimponen” las agrupaciones para dar paso a un proceso creativo libre, lo que genera un plus y el toque distintivo de la placa.
Cada composición de “Bosque” te va sumiendo en un triste y letánico viaje. Es por ese detalle que podría ser la banda sonora perfecta para una tarde de invierno o para un paseo por senderos de naturaleza muerta; en ese sentido, temas como “Solsticio”, “Plegaria a la Tormenta”, “Ausencia” y “Liturgia de Tiempo” cumplen a cabalidad con esa función.
¿Arranques de Locura? Si, por supuesto y esto se deja de manifiesto en “Lejania”, un corte que hasta se podría decir que es ajeno a un trabajo más bien lánguido, dado que es 100% Grindcore.
Tuve la oportunidad de asistir a ver este acto en vivo y afortunadamente, se logra mantener la atmosfera que se crea mentalmente cuando repasas este que, sin lugar a dudas, será un disco que se encumbra como una de las obras más interesantes que ha entregado la región del Bío-Bío.
Somos conscientes que para aquellos que son un poco más “cerrados de mente” en cuanto a música se refiere, este acto quizás no logrará llamar en demasía su atención, que tal vez sentirá que falta esa vertiginosidad y bestialidad siempre tan presente en otras manifestaciones; no obstante, no dejarás de ser “metalero” si le das una oportunidad a “Bosque”… a mí en lo personal me sorprendió gratamente.
Por Gustavo Maldonado G.
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