Doom On!!! Hoy, para el regocijo de los amantes de la rama del Metal que desata el "Mosh más lento de la historia", comparto mis impresiones sobre la última entrega del cuarteto nacional OPUS VII, que lleva por nombre "Odium Venusta".

Compuesto por tan sólo cuatro canciones, lo que muestra los doomers santiaguinos en esta ocasión no presenta muchos cambios con respecto a lo demostrado en su primer larga duración "Prima Opus Magnun" (2013; Australis Records).

Las influencias a lo realizado por estos cauritos, tiene una estrecha relación con PARADISE LOST, AURA HIEMIS, POEMA ARCANVS (estos 2 último si se quiere idealizar con la escena nacional) y ANATHEMA -pa' la época del "Pentecost"; es decir, un Doom/Death Metal atestado de riffs densos, baterías que tienen un "peso" distinto al de los otros géneros -ya que no todo el tiempo hay tuca tuca- y con voces que, según como sean emitidas, tienen una connotación de "rabia" y "Desesperanza".

"Restless Rage", es el que abre los fuegos en este Epe. Un corte en el cual existen paisajes muy marcados por las voces de Rodrigo Salazar, dado que tiene una buena interpretación en voces limpias y guturales. Los arreglos de cuerdas me recuerdan los primeros años de la banda de Nick Holmes.

Por su parte "Hidden Me", evoca soledad. Un track muy en la línea de MY DYING BRIDE. Una canción que es muy melódica y densa como la neblina de pa' allá en las zonas rurales.

A tambor batiente es el inicio es "Dead End Situation", que mantiene la estructura de las otras creaciones: mezcla de voces tipo calefont, con vociferaciones pulcras. Esos riffs bien en la vena de los germanos OPHIS.

Para finalizar, "Inability", que viene como anillo al dedo y hace muy bien el papel de ocaso debido a su emotividad, la cual me recordó el disco "The Silent Enigma".

En líneas generales "Odium Venusta" viene a reafirmar lo efectuado en todos sus años de carrera: un disco muy bien ejecutado y con conceptos claros; quizás incluir otros elementos o indagar en otros estilos no esté dentro de las prioridades de estos músicos, lo cual se respeta, porque muchas veces el afán de entregar algo nuevo juega en contra. Sin embargo esperamos que no se duerman en los laureles.

Por Gustavo Maldonado G.