70.000 Tons of Metal
“TPCITO” Review: Día cuatro

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Febrero 2016, camino a Fourt Lauderdale, Florida. Estados Unidos.

El cuarto día:

Buenos días, era domingo, nuestro último día a borde del 70.000 tons. A pesar de estar terriblemente cansados, despertamos a una hora algo decente, tanto que alcanzamos a desayunar el potente menú que nos proveía el barco, ir a la ducha, lavarnos los dientes y hasta darse una vuelta matinal por el barco.

LAS BANDAS.

ROTTING CHRIST:
Si algo de sueño teníamos, ROTTING CHRIST nos daba la opción para despertarnos. La banda salía en el escenario de la piscina a eso de las 11 de la mañana. Había mucho viento, parece que no íbamos a tener un buen día, hablando de clima obviamente; pues claro, habían birras para desayunar viendo a los exponentes del black griego.

Sobre ROTTING CHRIST, primera vez que los veía. Un set variado y con varías joyitas. Sorpresa al encontrar temas del "Sanctus Diavolos", una de mis placas favoritas. Un sonido, a pesar del viento dominante, estaba bueno, pero nos dábamos cuenta que el clima se iba a caer durante el resto del día.

Rotting-Christ

Antes de emigrar a otro escenario, aprovechamos de ver el concurso de güatazos, donde los jueces eran obviamente miembros de bandas del barco. Un espectáculo diferente, donde participaban muchos personajes.

Teníamos un buen 'vacío' de bandas, que aprovechamos para ir a ducharnos y conocer más atracciones del barco. Entre los panoramas, nos acercamos a una clínica musical, que ofrecían los músicos de VADER: Piotr Wiwczarek y James Stewart.

Una hora de correcta presentación, donde iban mostrando las virtudes de ambos músicos del estilo más poderoso del death metal. Entretenido escuchar los tips que iban dando, donde en batería más que velocidad, necesitas muñecas, por ejemplo.

El lugar de esta clínica era una especie de cafetería que improvisó un escenario, unos sillones ordenados y la gente congregada por los alrededores. Músicos de INCANTATION por entre el público, sentado en una escalera viendo el show Martin Larsson (AT THE GATES) y de repente apareció a darse una vuelta Nick Holmes.

Una amable jornada, donde mis amigos Lucho y Héctor, comenzaron a descubrir los placeres del bebestible que descubrieron en la cafetería, llamado Royal Borgoña.

VALLENFYRE:
Vimos que ya eran cerca de las 14:00, así que tomamos rumbo al Studio B, ya que iba a salir en escena una joyita que nos entusiasmaba ir a ver, VALLENFYRE; un supergrupo del metal extremo que en sus filas tenía en las voces ni más ni menos a Gregor Mackintosh (PARADISE LOST) y Hamish Glencross (MY DYING BRIDE). Imaginense la mezcla que teníamos tocando. Oye que sonaron bien estos locos, un buen momento para bajar el desayuno.

JAMMING WITH WATERS IN INTERNATIONAL WATERS:
Era un buen momentos para sentarnos en el Alhambra Theater, porque en pocos minutos saldrían JAMMING WITH WATERS IN INTERNATIONAL WATERS, un claro juego de palabras en un espectáculo imposible de perderse.

Jeff Waters de ANNIHILATOR -que también había abordado el barco- estaría presentando canciones "cover" de varias bandas, con integrantes de las bandas que habían abordado el crucero. Entonces tendríamos una jornada de covers clásicos a METALLICA, SCORPIONS, MOTORHEAD, BLACK SABBATH, entre otras maravillas.

No dejaba de ser llamativo escuchar "Painkiller", con la bateria de Lombardo (SLAYER/TESTAMENT/DEAD CROSS/FANTOMAS), Jeff Waters (ANNIHILATOR) en guitarras, Stu Block (ICED EARTH), o Tomasz Halicki (VADER).

El detalle de los grupos que tocaron pueden verlo acá, pero no olviden que estuvo muy bueno.

Jamming-with-Waters-in-International-Waters

En el intermedio, salimos a la cubierta para ver si estaba todo en orden para el show de SODOM, pero no era así, existía una tormenta afuera que impediría que se efectuaran más shows en la piscina por el resto de la jornada, y por ende, del crucero. Pero finalmente no fue impedimento, ya que toda la gente se guardó en los escenarios cubiertos; la organización repartió nuevos running order, por lo que muchas de las bandas canceladas en la cubierta, podrían ser vistas en otros escenarios. Rápidos movimientos frente a la adversidad que confirmaban la rapidez y el profesionalismo del 70.000 tons.

TSJUDER:
Mientras nos mareamos, por las mareas que otorgaba la gran tormenta, aprovechamos de arrancarnos al Studio B, pues salió al escenario TSJUDER, una banda que no conocía mucho, pero que me llamaba la atención ver en vivo.

Eran black, noruegos, de épocas noventeras y de un material oscuro, pero que coqueteaba con un sonido black n' roll en ciertos momentos con sonidos más crudos y tradicionales (hablando de manera bien gruesa). Buena decisión, porque el show estuvo genial, y desde ahora me convertiré en un fan de toda la vida de los TSJUDER. Un buen show que feliz me volvería a repetir si existiera la posibilidad. A todo esto, jamás me pude aprender el nombre de la banda para pronunciarlo de corrido.

Nos desviamos nuevamente al "Café Concert", donde nuestros amigos amantes del Royal Borgoña nos comentaban 'el show' que había hecho Sabina Classen (HOLY MOSES); que en vez de dar una clínica de música, hizo una "limpieza espiritual", entre los asistentes, con meditación, ejercicios respiratorios y conexión a la pachamama.

Vestida con usanzas amerindias, dejó a todo el mundo en estado de "plop", pues no entendían nunca que diablos estábamos viendo. Mis amigos, obviamente por efectos del Borgoña, cagados de la risa. No era para menos en todos casos.

Por ahí cerca vi a Timo Kotipelto, aproveché de preguntarle que había pasado con el "Rockland", de ese festival que iba a hacerse en diciembre con KREATOR en Chile. Bueno, cuento corto, nunca les enviaron ni pasajes ni nada, así que todo era un 'rip off' nuevamente, como habíamos advertido. Recuerdo haber mandado unos mensajes cuando estaban promocionando el festival, pero me bloquearon del facebook de estos muchachos. La palabra de Kotipelto me pareció más certera.

MY DYING BRIDE:
Nos devolvimos al Alhambra, salía al escenario MY DYING BRIDE. Banda que omití el primer día, pero que encajaba perfectamente con el calendario del domingo.

Presentando su última placa "Feel the Misery", nos vendrían a exponer todo su Death/Doom. Una maravilla de show, ya era la tercera vez que veía a la escuela de todo un movimiento, nacido con ANETHEMA y PARADISE LOST. "Mi novia muriendo" volvía a dejar con una alma en pena a todo el teatro, uno de los puntos más altos de ese día.

Imposible no dejar de hablar del tono miserable y desvalido de Aaron y obviamente, jamás dejaré de mencionar la ausencia de expresiones faciales de Lena Abé, que pareciera, que fuera construida de cera.

My-Dying-Bride

Nos dirigimos al estudio B, al reprogramado show de BLOODBATH. A estas alturas el crucero era un desorden generalizado, no en la organización, sino en sus asistentes. Todo el mundo ya estaba derechamente ebrio, artistas y público, sin diferenciar.

Acá se vieron escenas medias surrealistas, como mucha gente disfrazada, en especial en el show de BLOODBATH: habían "Jesús", hombres inflables, hueones disfrazados con vestidos, un hueón disfrazado de "Mad Butcher" de DESTRUCTION (y por dios, era igual, ¡jajaja!). En verdad, si pensaste que lo habías visto todo, quedabas corto de imaginación porque ahora si que lo veías todo deambulando por los pasillos del barco.

Ya más cansados, era momento de beber unas birras, mientras íbamos alternando en los shows restantes, que a estas alturas, los veías como música de fondo. Nos fuimos al show de ICED EARTH nuevamente y a un nuevo show de SODOM. Algo surrealista además fue ver pasar a los TURISAS vestidos listos para tocar, verlos pasar bajando las escaleras desde sus habitaciones, de manera bien "backstage". Y uno que pensaba que iban a llegar en un Drakkar, ¡ja!.

Último día muy bueno que terminamos en un bar del crucero. Un bar irlandés que estaba lleno de gente y lleno de artistas. Ya a estas alturas no te importaban, aunque no era menor estar bebiendo cervezas en el mismo local con AT THE GATES, HOLY MOSES, MY DYING BRIDE, STRATOVARIUS, GAMMARAY y el largo etcétera de bandas que andaban arriba del barco.

Como experiencia: El 70.000 tons fue una experiencia genial, quizás un poco cara. El ticket costó cerca de U$1.000, arriba del barco habré gastado unos U$400, el pasaje me salió U$700. Hagan la suma. Pero pensando eso, la experiencia es para recordar por siempre.

No sé si volveré a ir a corto plazo, pero si alguien me pregunta si vale la pena ir... si vale, por mucho. Darte el lujo de ver a muchas bandas en lugares con tan buen sonido y por sobre todo, tan cómodo, tenías la opción de irte a la habitación si tenías un tiempo libre, ir al casino, a la piscina, a beber en los bares, a conversar con las bandas. O sea, es una experiencia de oro para quien le guste esto.

70.000 tons se acababa, al día siguiente -después de un desembarco que demoró un par de horas- todos nos empezamos a desparramar en el puerto. Una experiencia para no olvidar fue ver a Lena Abe (MY DYING BRIDE) cruzando la calle y que se le cayera un polerón, le advertí para que se devolviera y me regaló una sonrisa. ¡Si, una sonrisa!, jamás la había visto reírse, ¡jajaja!.

Mientras el chino de DRAGONFORCE reclamaba que no llegaba su taxi, Onkel Tom se fumaba unos puchos cerca de nosotros. Era momento de volver a la realidad.

En el Aeropuerto de Miami, al momento de pasar nuevamente por aduana, los agentes de seguridad nos preguntaban el por qué habían tantas personas con poleras negras ese día en el aeropuerto. Al comentarles sobre el crucero, estaban asombrados de que existiera algo así. Me hacían bromas sobre la resaca mientras nos hacían formar la fila para embarcarse.

Listos para abordar el avión, volvíamos a Santiago de Chile. Será para una próxima oportunidad, porque sí: ¡Sobrevivimos a las setenta mil toneladas de Metal!

Review y fotos por: Cristian Castañeda.

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