Marzo 28/2012, Teatro Caupolicán:

Recuerdo cuando hace muchos años me hablaron de una banda llamada OPETH, que se presentaría en Chile realizando dos actuaciones (una de ellas acústica), en la ya desaparecida Laberinto. En ese momento le presté mayor importancia a que esa presentación no se realizaría de esa forma. La primera actuación de estos suecos, por temas económicos me la perdí; por ende anoche era una especie de revancha.

El evento comenzó a la hora estipulada; a eso de las 9 de la noche ya había un marco de público más que aceptable, todo hacía presagiar que el Teatro Caupolicán sería testigo privilegiado de una nueva jornada gloriosa, y créanme que así fue.

Los primeros acordes de “The Devil’s Orchard” (“Heritage”) demostraron que la conexión con el metalero chileno es algo que la banda se ganó el 2009, ya que el coro fue cantado por casi la totalidad de los asistentes, y la frase “God is Dead” retumbaba en las paredes del recinto de la calle San Diego. Y así llegó otro corte de lo que es su última producción en “I Feel The Dark”. Estos excelentes músicos dieron una clase magistral de cómo pararse en un escenario sin tanta parafernalia y dejar en claro que sólo con el talento basta y sobra.

Una de las más coreadas fue “Face Of Melinda”, lejos una de las mejores canciones de OPETH. Así la banda fue paseando por prácticamente todos sus discos, aunque era obvio que se haría mayor énfasis en su última producción. Un quiebre fue “Slither”, ya que era una de las canciones más “pesadas” que interpretaron. Las revoluciones disminuyeron con “To Ride Of Diseade”, y esa misma atmósfera se mantuvo con “Burden”. “The Lines In My Hands”, fue otro corte con harta onda que siguió prendiendo al respetable. Estaba frente a una banda progresiva y por ende eso fue lo que encontré en la canción “Folklore”: maestría musical. Lejos el tema que más disfrute fue “The Grand Conjuration”; el doble bombo sonaba como cañón, acá el publico ya estaba a los pies de Mikael y compañía.

“The Drapery Falls” fue la última canción, después de ese tema la banda bajo del escenario y se empezaron a escuchar los primeros “OPETH, OPETH, OPETH”, para luego entonar ese ya clásico: “No nos vamos ni cagando”. Pasaron un par de minutos y estos cinco suecos subieron nuevamente para interpretar la que sí sería el broche de oro, y la escogida fue “Deliverance”.

La banda se comunicó con el público, se dieron el tiempo para tirar la talla, e incluso uno de ellos se atrevió a esbozar un tímido: Aguante Chile.

Resumiendo, fue una gran jornada en todo aspecto. Otro punto que quiero destacar fue el buen comportamiento de los espectadores, así da gusto ir a un evento (excelente recinto y el trabajo del sonidista soberbio), buena labor por parte de la productora a cargo, y también destacable la puntualidad con la que se dio inicio al que de seguro será uno de los mejores recitales del 2012. Repito, muchas veces sólo con la música basta y sobra.

Por Gustavo “Gustaldo” Maldonado.
Fotos gracias a: Sebastián Domínguez Urzúa

Setlist OPETH:

• The Devil's Orchard.
• I Feel the Dark.
• Face of Melinda.
• Slither.
• Windowpane.
• To Rid the Disease.
• Burden.
• The Lines in My Hand.
• Folklore.
• The Grand Conjuration.
• The Drapery Falls.
• Deliverance.