Abril 13/2013, Movistar Arena:

Como dijo Homero Simpson, "Es mi primer día".
Tratar de entregar todos detalles de lo que viví en la primera edición del The Metal Fest 2013 es un poco complicado, a sabiendas que tan solo fuí yo y mi copiloto y compañero de armas, Maurito, a cubrir este magno evento en el reciento del Parque O’Higgins, en donde el tiempo muchas veces no daba maña para disfrutar de buena manera el increíble espectáculo que se vivió, pero vamos a intentarlo:

Día sábado 13, inicio de la primera jornada metalera llamada THE METAL FEST 2013. A eso pasadito el medio día me junté en el metro Rondizzoni con parte del Staff de “TPcito” y lo primero que hicimos fue darnos unas palmaditas en el poto y un abrazo de felicitaciones por haber sido considerados para cubrir este importante festival.

Durante la primera jornada se presentaban muchas bandas de mi agrado, por lo tanto la emoción y las expectativas eran más altas que las torres gemelas (que como dijo Delfín: “Y ya no hay”). Comencé mi peregrinación junto a nuestro fotógrafo hacia el templo del Metal ubicado en Av. Beaucheff, y como buenos parroquianos pasamos por unas gélidas para calmar la ansiedad y organizar bien nuestro trabajo.

Después de refrescar nuestras gargantas, finalmente hice ingreso al gigante del Parque O’Higgins. En el interior ya había algunos agolpados en el escenario internacional esperando a LOCK UP, pero antes corrí raudo a ver la presentación de SAKEN, quienes dieron el “vamos” a esta edición del The Metal Fest. Cuando consulté a Cristian Mardones semanas antes de esta presentación, este me adelanto lo siguiente: “El público se encontrara con una muralla de acero, cargada de riff’s y ritmos brutales que de seguro los dejaran gratamente sorprendidos”; y este quinteto no defraudó. Con un sonido impecable -compuesto por los temas de “Hell Within”, único registro oficial existente- y una complicidad única entre sus músicos, demostraron que a pesar de estar separados por más de 10 años no son impedimento para demostrar un show solido. El que no los vio fue terrible de "lanji".

Había poco tiempo para reponerse, así que apreté cachete rápido para poder llegar a tiempo para la presentación de LOCK UP, banda que logro una gran comunión con la gallada nacional. Me sorprendió ver la gran cantidad de seguidores que tienen en nuestro país, y analizándolo bien, no es para menos tomando en consideración a los mounstros que la conforman: El “desnutrido” Nick Barker, el colorín Lindberg, el regalón de la olla Embury y nuestro compatriota Anton Reisenegger. Lo más llamativo de esta presentación internacional, que a pesar de la brutalidad, la locura y el desenfreno que se apoderaban de el campo de batalla, se dieron maña a la emotividad al recordar a uno de los mártires del metal, Jesse Pintado. En el cual, para homenajearlo como corresponde, invitaron al mítico Dan Lilker para que -en su estilo- entonaran dos temas de los clásicos TERRORIZER. La presentación en si fue sólida y esto quedó reflejado con las muestras devoción del respetable que coreo y vacilo cada temas de este verdadero tanque del Grindcore. Desde mi posición sonaba parejito, aunque dentro de los comentarios “de pasillo” que escuché después del show, se repetía eso de que Nick golpeaba tan fuerte los tarros que se "comía" a los otros instrumentos.

Ya era momento para volver al escenario nacional para ver RECRUCIDE. Para los que tenemos el gusto de tener los 2 trabajos de esta banda (“Rebellion” y “Blood Divine”), sabemos de la potencia que tienen estos cauritos, por lo que la pulcridad de su presentación -o de lo que alcancé a ver de ella- me dejó más que conforme. El Death/Thrash Metal que ejecutan está lleno de poder y rabia, lo cual también sumado a la técnica que imprimen en sus composiciones, dan por resultado final una verdadera pata en el hocico al momento de escucharlos en vivo. En esos instantes, aún la productora encargada del evento no se “pegaba la ascurria”, ya que al igual que en el show de SAKEN, el público no fue el que se merecía esta agrupación nacional, pero al menos los que “lorié” me dejó más contentos que maricón con dos potos. “Blood Divineeeee!”.

Nuevamente y como gil de la prensa que era en esos momento, corrí para a ver a ARCTURUS. Los creadores de obras que han trascendido en el tiempo y han ganado categoría de discos de culto como “Aspera Hiems Symfonia”, deleitaron a los asistentes con su Black Metal -aunque en la actualidad están más cercanos a lo que se denomina como Progressive Metal-. Con un frontman como ICS VORTEX y un batero como Hellhammer, no podía salir algo charcha; la performance de los oriundos de Noruega fue maciza, creó una atmosfera lúgubre que cautivo a los fanáticos y a los que por simple curiosidad presenciaron el show. La iluminación y las imágenes eran el apoyo perfecto para escuchar temas como “Alone” (“La Masquerade Infernale”) y “Raudt Og Savrt” (“Aspera Hiems Symfonia”) , que dejaron más que conformes a los que tienen oreja y buscaban algo más bajo en revoluciones. Me saco el sombrero frente a la impronta y a la presencia que exhibía el frontman de esta agrupación, que no por nada es al que más se extraña en DIMMU BORGIR. Un acierto en invitarlos a ser parte de este festival.

Y seguía de un lado a otro, ahora para ver el show de MELEKTAUS en el exterior del recinto propiedad de Movistar. La banda de los hermanos Sequeida, con su poderoso Death Metal, prendieron en algo a los asistentes, aunque esto fue algo que se desarrolló con el correr de la presentación. Lo técnico y lo brutal se conjugaron de buena manera, y como fue la tónica de todas las presentaciones de las bandas nacionales, no destiñeron y mucho menos tuvieron algo que envidiar a las agrupaciones extranjeras.

Era momento de presenciar a CORROSION OF CONFORMITY. Si bien esta banda lleva años y cuenta con una buena cantidad de seguidores, su propuesta o su estilo no pegaba ni juntaba con las que ya habían desfilado por las tablas anteriormente. Sin embargo C.O.C. a base de clásicos como “Deliverance” e incluyendo un tema con Pepper Keenan, lograron prender a un público que quizás ya estaba un poco exhausto o guardando energías para el resto de la jornada. Los que son tan pulentos como para tener su propia cerveza, pagaron su deuda con creces y para los que quizás no conocíamos mucho su trayectoria y solamente cachábamos algunos temas sueltos, nos dejaron con un buen sabor de boca con la mixtura de un estilo que podríamos clasificar como Southern Metal.

Como no quería perder detalle de este festival, pesqué las zapatillas con clavos y a lo Husain Bolt partí raja a ver a BATTLERAGE. La banda comandada por el carismático Fox Lin Torres contó con una audiencia más que aceptable. Este histriónico personaje de la escena Heavy Chilena interactuó harto con el público, comentó lo pulento de la presentación de ACCEPT en la previa realizada el día viernes (a la cual no pudimos asistir), y con su “Javy Metal” de viejo cuño, logró captar algo más que la atención de todos los que nos agolpamos al escenario nacional. Me alegra por estos músicos chilenos, ya que sin hacer mucho ruido, tienen un nombre que es respetado por muchos en este país.

En honor a la verdad y porque tampoco quiero andar copiando reviews de otros medios, no les mentiré y pido las disculpas correspondientes a INQUISICIÓN por no poder presenciar su espectáculo. Desgraciadamente en esos momentos tuvimos un inconveniente técnico con mi amigo Maurito, el cual nos “hizo arder la cabeza”; sin embargo y como en el evento me topé con más de algún conocido, los comentarios sobre la performance de la banda de Manolo Schâfler -con una propuesta similar a BATTLERAGE- fueron positivas. A cada persona que le consulté al respecto, dijo que en el escenario se notaron los años de circo de estos Heavy Metaleros, por ende, la presentación puede definirse como una clase magistral debido a la técnica y al talento que derrocharon. Vuelvo a reiterar mis disculpas, pero muchas veces hay cosas que se escapan de nuestras manos, pero como siempre lo hemos pensado, de los errores se aprende.

Andaba sin reloj, pero como la puntualidad era la tónica del TFM 2013, a eso de las 18:45 hrs, hace su ingreso la máquina de aniquilación masiva, SODOM. Con un recinto que casi se vino abajo, la devoción por la banda comandada por Tom Angelripper desató el insufrible mosh. Mi interés por verlos una vez más, pasaba básicamente porque cuando presencié su show del año pasado, me dejaron con el cogote hecho mieldi y esta vez no fue diferente la cosa. Pueden pasar las décadas y estos alemanes siguen manteniendo su poderío intacto, no sabemos cómo pero es así. El Thrash Metal es uno de los estilos que tiene más seguidores en nuestro terruño y eso se noto; la energía que se sentía es algo que no podemos explicar con palabras, pero tenemos en claro que para los que estuvimos ahí, los germanos fueron uno de los puntos altos de la primera jornada. Estos iconos del Thrash, hiso una performance que no tuvo muchas modificación en comparación a su presentación del año 2012 en el Caupolicán, pero es destacable la barbarie desatada cuando Angelripper hace el amago de las primeras palabras para el cover de The Trashmen, “Surfin’ Bird”. “Nuclear Winter”, “Fuck The Police” y la inflatable “Blasphemer”, fueron otras que provocaron un forado en la cancha del Movistar Arena. En resumidas cuentas una actuación NOTABLE de estos músicos, que cuando vienen a Chile se sienten tan cómodos como en el living de su casa.

En las afueras del recinto se presentaban los Black Metal ANIMUS MORTIS. Banda que con dos excelentes trabajos bajo el brazo, desplegaron un oscuro manto sobre las cabezas de los pocos presentes que vieron su presentación. Gran parte de esto, se debe la gran cantidad de publico que en esos momentos gozaba con SODOM y que a la postre jugó mal en algunos minutos a los Blackers nacionales. Aún así, con un setlist influenciado principalmente en el disco debut Atrabilis (Residues from Verb & Flesh), se pudo ver una muy buena presentación de la banda que fue acompañada con un gran juego de luces que dejó pegado a más de alguno.

Cuando se consultó a David Vincent -que en la actualidad se parece bastante a la fusión de Nikki Six con Glenn Danzig- sobre su música, el respondió algo así como: “Nosotros hacemos las reglas”; y puta que tiene toda la razón. Si bien el disco “Illud Divinum Insanus” tuvo poca aceptación del publico en general, lo que vimos ese sábado en la noche es la confirmación de que MORBID ANGEL es más que una placa mala, si no que más bien es ley y por algo siguen siendo considerados una piedra angular en la historia del Death Metal. La propuesta satanista de la banda del talentosísimo Trey Azagtoth, en pocos minutos logró desatar una de las manifestaciones de devoción más grandes que vimos en la jornada. Al sonar “Immortal Rites”, hasta el mismísimo diablo debe haber cabeceado en el infierno. Lo bueno de esta presentación (cuarta de los norteamericanos en Chile), es que el setlist fue pensado en forma inteligente tomando en consideración de que no eran la única banda en presentarse. Tocaron dos temas de su último CD y el resto fue puro filete; uno de los puntos altos fue cuando interpretaron “Lord OF All Fever And Plagues”, en el cual el publico acompaño con el coro “Ia iak sakkakh iak sakkakth Ia shaxul”; también tocaron “When The Slime Live”, para como siempre terminar con dos temas del Covenant”, “God of Emptiness” pegadita con ‘”World Of Shit (The Promised Land)’”. Me remitiré a decir que el Angel Morboso tuvo el sello de aprobación de Jorge Zaballeta, es decir: “¡¡¡LA RAJA!!!”.

En una excelente medida, la producción permitió que terminara el show internacional –que en ese momento correspondía a MORBID ANGEL- para dar comienzo a SADISM. El sábado con dos guitarristas nuevos (Gabriel Hidalgo y Pablo Sepúlveda), más los valiosos aportes de su frontman Ricardo Roberts, el bajo de Moore y los contantes golpeteos de Juan Pablo Donoso, SADISM demostró porqué es una de las agrupaciones más importantes y antiguas del país. Ya con la noche encima, estos Sádicos se pasearon por su extensa discografía, que como punto álgido cerraron con ”Perdition of Souls”, un verdadero himno dentro de las canciones más relevantes dentro de la historia del Metal Chileno. En un poco más de treinta minutos SADISM nos llevo de vuelta a la Sala Lautaro y al Manuel Plaza, sin duda uno de los puntos más altos del los espectáculos que vimos en el escenario exterior (que a esa hora ya hacia frio y más sed que las rechuchas).

Y seguía en una especie de maratón y al más puro estilo del suicidio (como denominábamos a una prueba en educación física que mezclaba velocidad y resistencia) me fuí a ver a los tatitas de TWISTED SISTER. Acá me saco el sombrero: Soberbios, magistrales, únicos y sin duda uno de los mejores recitales que hemos visto en Chile. Acá la palabra Show abarco en su totalidad el concepto y esto básicamente por la verdadera fiesta que se vivió en el escenario. Dee Snider tiene mejor estado físico que todo el staff de “TPcito” juntos, que manera de utilizar las tablas, de creerse el cuento del rock star que es. Los demás miembros de T.S. eran cómplices de todas las locuras y también se daban el tiempo de interactuar con la gran cantidad de melómanos que disfrutaban de temas como “The Kids Are Back”, de la poderosa balada “The Price”; de “I Wanna Rock” y de “Huevos Con Aceite”, que fue cantado por todos en una sola voz. Sencillamente a esas horas de la noche estábamos entregados a hacer cualquier payasada, porque el carrete y el webeo era guiado desde el escenario. ¿Qué más podríamos agregar? Poco y nada; ya que podríamos buscar sinónimos y ponernos hasta medios “domingueros” para describir la excelente performance de los que antiguamente salían pintados a tocar. Yo finalizo con un: El Rock no envejece y punto.

Más acalambrados que jugador sénior de fútbol amateur, partí a ver a UNDERCROFT. Estos cauros radicados en Alemania, y que están próximos a cumplir dos décadas de vida, se plantaron en el escenario siendo la última exhalada de Metal Nacional en esta primera edición de The Metal Fest. Para el bronce la frase de Alvaro Lillo preguntando insistentemente: “¿Tení un copete?”. Esa noche sonaron “Carros De Fuego”, “Danza Macabra” y “El Triunfo De La Muerte”, las cuales fueron coreadas por gran parte de los que estábamos frente a este cuarteto nacional, así como también “To The Final Battle”. El infierno estaba ubicado en el interior del Parque O’Higgins, los cráneos que adornaban el proscenio y el telón de fondo eran lo justo y necesario, también las luces rojas y azules daban una imagen realmente diabólica al cada vez más calvo bajista en vivo de WATAIN. Increíble y arrolladora presentación, quien además contó invitados de lujo como Tito Melín y el brazuca Guilherme de la banda KROWN. Estos diabólicos entes fueron los encargados de cerrar el escenario nacional, en el cual por lo general todas las bandas cumplieron un excelente cometido.

Ya pasadas las 23 horas, y con mis pies pa’ la caga, me dirigí a ver un rato a DOWN. Una vez más Anselmo y ex miembros de C.O.C. salían a dar por finalizada la primera y extensa jornada del TMF 2013 con su Southern Metal. Me hubiese gustado poder presenciar más el show de estos músicos, pero el cansancio era mucho y tomando en consideración de que al otro día también tendría una jornada ajetreada, preferí irme a mi hogar para reponer. Igualmente por los comentarios de algunos, dicen que el show fue violento, pero no sé. Creemos que estos oriundos de los Estados Juntos debieron haber salido entre SODOM y TWISTED SISTER para haber dejado a MORBID ANGEL al final.

Como experiencia la primera jornada me dejó un grato sabor de boca, mucho más que las cervezas sin alcohol con las cuales trataba de recuperarme después de tanto correr y escuchar música. No me quejo para nada, todo lo contrario, para el staff de THE PICHANGAS WEBZINE fue un honor estar en este evento, pero mis años me pasaron la cuenta y si a eso le sumamos el dolor de cuello por tanto headbangin, imagínense como llegué a mi casa, hecho bolsa.

Por Gustavo “Gustaldo” Maldonado.
Fotos: Mauricio Navarro Mičin. (Ver galería completa en el siguiente Link.)