Diciembre 10/2015, Club Blondie.

Me imagino que cuando todos pensamos en KORPIKLAANI, de inmediato se viene a la mente una helada birra en un schop de medio o, por lo menos, un agradable momento de jarana con los amigos, donde no hay nada que hacer más que disfrutar alegremente. Sin embargo la presentación de los Finlandeses tuvo matices que yo francamente no esperaba en lo absoluto.

FOLKHEIM:
Comenzando puntuales y profesionales como siempre, FOLKHEIM comienza su presentación a las 20:00 hrs. con su ya clásico intro "Konú", pieza que abre su último trabajo en estudio 'Mapu Ñi Tiam' (2012), pasando de inmediato a "Illkun". Es entonces cuando su vocal entra, animando al público enérgicamente diciendo "¡vamos!", moviéndose de un lado a otro y cabeceando con fuerza.

Se expresa solidez absoluta, destacando los arreglos de guitarra con el puente móvil ejecutados por Erik Muñoz Arraño. La recepción del escaso público en ese entonces es positiva. Luego su frontman Alexis Armijo se dirige al público para presentar su segundo tema diciendo: "El siguiente es un regalo, es un tema nuevo que aún no hemos grabado. Trata sobre una civilización exterminada, proveniente de tierra del fuego. Sobre el pueblo Selknam (Onas)". Una pieza cargada de ritmos rápidos y melodías pegajosas. Armijo nuevamente motiva a los asistentes, sin embargo la respuesta es medianamente positiva, situación bastante incómoda y lamentable, tratándose de –a mi juicio– del mayor exponente del Folk Metal nacional.

No es por ser zalamero e insistente con un problema que ya todos conocemos relacionado al bajo apoyo a las bandas soporte, pero creo que estando en el año 2015, presenciar que este comportamiento perdura es francamente decepcionante. La canción toma un rumbo diferente cuando todos los músicos paran de tocar, y comienza a escucharse la voz de una mujer mayor recitando en lengua Chon con una melancólica melodía de fondo. Es entonces cuando todos los integrantes de FOLKHEIM se sientan en el piso, y comienzan a orar mirando el suelo, para luego levantarse y continuar con la carnicería. Francamente ¡NOTABLE!.

A pesar de este inmenso detalle en honor a los pueblos originarios, la euforia entre la gente no se hace notar. Alexis nuevamente se dirige al público, esta vez diciendo: "Este tema va dedicado a todos aquellos que se sacan la chucha trabajando día a día, esto se llama Hijos del Salitre". Es entonces cuando recién se siente la fuerza y apoyo de los bangers moviendo las cabezas, lo que hace que grite con fuerza "¡Vamos mierda!".

Luego de aplausos comienza a sonar los coros e instrumentos ambientales que abren "Vaai Honga Kaina", en la cual los músicos realizan la ya tradicional coreografía Rapa Nuí antes de empezar a tocar todos al mismo tiempo. Antes de empezar esta canción, me parece haber visto que Erik le hace un gesto con la mano a Peter (Guitarra rítmica – Segunda Voz), como diciendo "uno más y chao". Lamentablemente estaba en lo cierto, y los nortinos se despiden luego de haber tocado tan sólo cuatro canciones. Personalmente quedé con gusto a poco, y desconozco la razón del corto repertorio. Faltaron temones como "1781".

No percibí alegría en la banda al despedirse. Es la cuarta vez que veo a FOLKHEIM, y sólo puedo concluir la banda es como degustar un buen vino, mientras más años pasan encima, toma más consistencia, se disfruta más y sabe mejor.

KORPIKLAANI:
Como anteriormente había comentado. Ver a estos Finlandeses es una caja de sorpresas, siendo esta su tercera visita, todas han tenido una energía distinta.

Comenzando su show da inicio "Viinamaen Mies", cantando fuertemente todos sus músicos y el público los "Hey! Hey! Hey!". El recinto triplica su cantidad de personas, quienes corren rápidamente buscando un lugar cerca del escenario. Sin pausa, comienza "Journey Man". Un ritmo rápido y pachanguero que genera un pequeño mosh y gente bailando. Su frontman corriendo como loco a cada costado del escenario conectándose activamente con el público eufórico. Ni siquiera dan gracias, y continúan con "Pilli On Pajusta Tehty", canción pegajosa y coreada con fuerza por todos.

Jonne Jarvela canta cada vez con más potencia, destacando su espectacular dominio vocal, con su característico timbre entre carraspeado y melodía. Similar a la de un fumador de puros. Nuevamente sin pausa continúan con "Kantaiso", canción con ritmo similar a la polca que da pié a más de un bailarín borracho entre el público. En esta oportunidad, Jonne con alegría se acerca al costado izquierda a abrazar a los fans más cercanos al escenario.

Luego de cuatro temas de gran jarana, comienza "Lempo", de su último álbum 'Noita'. Aquí debo detenerme un pequeño momento, ya que particularmente esta placa me extrañó bastante, siendo su producción más seria y lenta. Esto lo percibió el público, quienes dejaron de cantar con pasión y alegría, pasando a un momento de silencio y quietud. En este momento nace en mi mente la pregunta; "¿Este es KORPIKLAANI, u otra banda?". Continúan con "Sahti", canción en que se renuevan los humos de lentitud, sin embargo la actitud jaranera que caracteriza a los fineses no se siente por completo. La siguiente pieza es "Kirki", que con un ritmo rápido vuelve a convencer a la gente, volando varias poleras entre la turba furiosa. Pasan de inmediato a "Ruumiinmultaa", creando nuevamente un ambiente de seriedad que incomoda un poco para quienes esperábamos ver una fiesta de principio a fin. Destaca de manera notable el solo de violín interpretado por Tuomas Rounakari, robando la atención de todos.

Jonne agradece y menciona el comienzo de "Petoelaimen Kuola", cabeceando con fuerza y animando al público, que responde escasamente al ritmo de las guitarras pesadas. Siguen con "Sumussa Hamaran Aamun", tema lento de principio a fin que intensifica la calma en el público, extrañando escuchar sinfonías que incitan levantar los 'schoperos'. Recibiendo aplausos (algunos medios forzados), "Vaarinpolkka" se abre paso para la rapidez de los violines y guitarras, escuchándose fuertemente los “He! He! He!”. Ingresa nuevamente su frontman presentando "Viima", canción que a pesar de no ser de las más lentas, no devuelve la energía a quienes estábamos esperando la vuelta de la fiesta vikinga.

Los notorios acordeones avisan el comienzo de "Metsamies", prendiendo pero no convenciendo por completo. Algunos comensales empiezan a mirar a los lados, y conversan con el de al lado, dando para pensar si el show está complaciendo o aburriendo a los asistentes. En mi mente digo; "ya, me imagino que ahora viene lo bueno", pero estaba equivocado... entonces continúa "Kultanainen". Tema poderoso, de guitarras pesadas y coro pegajoso, sin embargo el ambiente de falta de jarana comienza a generalizarse en el lugar.

Producto que no me encontraba completamente a gusto con el concierto, empiezo a fijarme en detalles del recinto, y recién puedo percatarme de la excesiva cantidad de humo (no estoy exagerando) que llenaba la Blondie. Es cuando decido acercarme al escenario, y la incomodidad de los fanáticos adelante era notoria. A ratos era complejo incluso ver a los músicos, quienes eran cubiertos por la neblina blanca. La siguiente pieza del espectáculo es "Mina Nain Vedessa Neidon", composición lenta del álbum 'Noita'. Siguiendo nuevamente con los ritmos profundos y más cargados de seriedad pasan a "Ammanhauta". Esforzándome por no sentir descontento con el show, me es imposible no reflexionar "¿Qué cresta le pasó a KORPIKLAANI?"; "¿Madurez o fomedad?". Sin pausa, suenan las baterías de "Kylasta Kevainen Kehto", haciéndose un pequeño mosh en aquellos ritmos rápidos, sin embargo en los coros, la atención y quietud retorna.

Los músicos salen del escenario para descansar unos minutos para posteriormente continuar su show. Se escuchan los ya clásicos coros pidiendo la vuelta de la banda. Llamado al que responden gratamente. Es entonces cuando su vocalista dice tan solo la palabra ¡VODKA! Y el recinto completo se convierte en un coreo general. Los músicos empiezan tocar y reír de impresión por la efervescencia del público, mirandose entre ellos de sorpresa. Me gustaría pensar que en su mente pudieron concluir lo siguiente: "Parece que la cagamos con ponernos tan graves en el show". Jonne, como ya es costumbre, en los coros canta al público con un gesto sugerente como pensado: "¡Les gusta el webeo!". "Rautar" comienza de inmediato y la jarana se mantiene, apreciándose bastantes susodichos bailando sin polera. Esperaba escuchar clásicos, pero al comenzar "Wooden Pints" puedo concluir que estos monos guardaron lo mejor de lo mejor para el final. Sin dejarnos respirar, inicia "Tequila", creándose un inmenso mosh. Dos chicas se suben los hombros de sus pololos (me imagino que eso eran) cantando enérgicamente. Jonne Jarvela las mira, y las indica con el dedo riéndose.

Una fiesta absoluta disfrutada desde el inicio de "Vodka". "Pellonpekko" nos da un pequeño respiro para lo que será un gran cierre con los temones faltantes (aunque desgraciadamente "Beer Beer" no estuvo entre ellos). Un coro de los músicos deja absolutamente 'la escoba' en todos los presentes, coreando todos con fuerza de principio a fin "Juodaan Viinaa". Una imagen de Phil Taylor es proyectada en la pantalla gigante a modo de un pequeño homenaje antes de empezar a tocar "Iron Fist", una joya de los monstruos MOTÖRHEAD. La jornada es cerrada con "Happy Little Boozer", despidiéndose cariñosamente de todos nosotros.

¿Cuánto duró el show?, DOS HORAS. Si… dos horas. Una jornada cargada de matices, algunos bueno, algunos malos… y otros notablemente increíbles. Un sonido impecable, pero un show de larga duración falto del elemento característico de KORPIKLAANI, ¡energía pura!.

Por: Vicente Miranda H.
Fotos: Miguel Fuentes (The Fan Lab).