Marzo 27/2014, Estadio Monumental:

Cuando por allá en 1993 me regalaron en cassette el “...And Justice for All”, nunca imaginé que estaría frente a un computador escribiendo una reseña para compartirla con ustedes, y mucho menos se me pasó por la cabeza de que a mis 34 años seguiría sintiendo la misma emoción al escuchar “Ectasy Of Gold” antes de que METALLICA comenzará sus presentaciones. Pido disculpas de antemano porque quizás en esta oportunidad el review sea escrito desde la mirada de una persona que escucha a la banda desde "liceano" o de una persona con la camiseta puesta.

He estado tres veces en un recital de los cuatro jinetes (1999 – 2010 – 2014), y siempre he sentido la misma ansiedad por ver a los músicos que con sus creaciones pasaron a ser la banda sonora de mi vida. Pueden decir que METALLICA hizo esta gira con el afán de ganar dinero, y eso no es malo porque finalmente "por plata baila el monito"; de que el "By Request" estaba más arreglado que mesa de cumpleaños; y de que como banda, hoy están muy lejos de su época más exitosa; sin embargo, a pesar de ciertos ripios, la performance presentada el pasado 27/03 en el Estadio Monumental por muy poco rozó la perfección.

La espera de cuatro años terminó pasado las 21.00 hrs, cuando en las pantallas dispuestas para la ocasión, aparece el vídeo en el cual James, Lars, Kirk y Robert hacen la presentación del evento estilo "A la carta". Esto dió paso al mítico tema de ENNIO MORRICONE con el cual METALLICA anuncia su arribo, para que luego todo se valla a negro y comience a sonar los primeros riffs de “Battery”; momento en el cual se me olvidó mirar el carnet, y preso de la irracionalidad, me mande su “tonto” Stage Diving que me transporto mágicamente a la muchas veces ingrata cancha vip. El Monumental comenzaba a empaparse de Metal, pero el momento lo quería compartir con mis amigos, así que me tiré cagando de vuelta para recuperar mi sitio en cancha general, en el cual el sonido era el óptimo. Luego le siguió “Master Of Puppets”, el cual fue coreada por las 50.000 almas que se congregaron en el recinto de Macul, tema -que por lo demás- es número fijo en cada presentación de METALLICA y es un verdadero himno, tal como lo es además “Welcome Home” (Sanitarium), el cual fue una verdadera patada en mi psiquis. Estos 2 temas hicieron una dupleta simplemente infartante.

Luego de un pequeño lapso, Hetfield, quien aprovechaba de saludar a los presentes, anunciaba que “Cabalga Sobre El Relámpago” era el siguiente track que retumbaba en nuestros pechos. Debo decir que acá me sorprendió Lars, quien ha sido muy criticado por tener un bajo desempeño en algunas actuaciones, pero aquella noche estaba inspiradisimo. Simplemente tapó la boca de varios. Por otra parte, con la intro de “The Unforgiven”, recordé esas tardes en las cuales grababa los vídeos en VHS de algún programa como el Headbangers Ball o el Sábado Taquilla. Por mi mente paso el clip de este temazo del álbum negro (el que marco el actual rumbo de la banda) y que hizo corear a gran parte del reducto de Macul. Luego “Lord Of The Summer” era la novedad que presentaba METALLICA. Un tema que había escuchado un par de días antes y que considero que toma ciertos elementos del “St. Anger” y del “Death Magnetic”, que con una duración superior a los ocho minutos fue bien recibida por los asistentes.

Cuando por los parlantes comienza a sonar la intro de “...And Justice For All”, el público rugió con fuerza; muchas chascas se menearon y el moshpit se tomaba algunos sectores del gramado del "Monumentallica". Había que hacer lo que fuera para recordar el momento, ya que era la primera vez que se tocaba en forma íntegra este clásico en nuestro terruño. Sólo me queda dar las gracias por ese momento tan épico, el cual tuve que esperar 20 años para que sucediera. Acto seguido, James invitó a una de las afortunadas personas que tuvieron la posibilidad de compartir con sus ídolos, en este caso Viviana fue quien presento “Sad But True” -el mismo tema que el saco de gueas de Gepe trato de versionar con pésima fortuna-, canción que en la década de los noventas estuvo siempre bien posicionada en los rankings musicales. Un buen tema que Hetfield entonó de buena manera (casi con la misma potencia que en el siglo pasado).

Roberto Agustín Miguel Santiago Samuel Trujillo Veracruz -si que es su verdadero nombre-, quien por segunda vez se presentaba en Chile, dió un pequeño respiro a sus compañeros de banda con un tremendo solo que luego dió paso al sentido homenaje para Cliff Burton con “Fade To Black” y la maravillosa “Orion”. Faltaron sólo las antorchas o los encendedores para darle una atmosfera más emotiva a ese momento. Ahí quedó demostrado que el Metal más que riffs acelerados es también sentimiento. Luego le siguió “One”, la número cuatro del “álbum blanco” y uno de los mejores temas de la banda (criticado por los más "true" por su letra antiguerra), y que es de aquellas canciones que puedes escuchar mil veces y nunca te va a aburrir, y eso quedó demostrado con la gran participación del respetable.

James profesaba “Santiago... For Whom The Bell Tolls” y la efervescencia de los “Metálicos” subía más rápido que la espuma de una sal de fruta. Era maravilloso como todos coreamos al unísono “For whom the bell tolls; Times marches on; For whom the bell tolls”. Por otra parte, Claudio fue el otro “rajuo” que pudo presentar una canción e interactuar con el Frontman de mi banda favorita y en buen chileno sólo nos dijo "Con esta weá va a quedar la caga, tienen que dejar la caga y ahora viene 'Blackened'". Nuevamente me sentí como un pendejo y a guata pela comencé, junto con mi compañero en el moshpit, a gritar “¡Mosheen pajarones culiaos!”. Había que dejar literalmente el cuerpo y el alma, destrozarse el cuello y gastar la voz, en ese instante yo casi disfónico gritaba a todo pulmón.

Digan lo que quieran, pero una de las letras más hermosas que he escuchado y que me representa es la de “Nothing Else Matters”, el tema que le dedique a una polola. El coro que en palabras sencillas dice mucho y que además fue testigo de lindos momentos de mi vida. Luego de aquello, el primer single del “Black Álbum” por cuarta vez era interpretada en esta angosta faja de tierra, “Enter Sandman”. No es una de mis favoritas, ya que siento que le dieron como caja y al final eso terminó por trillar ese track, pero no por eso iba a dejar de cantarla.

Todos sabíamos que quedaban pocas canciones y que desgraciadamente el final se acercaba, pero bueno mi felicidad nada la podía borrar. Nuevamente subía un “fanboy”, era el turno de Mario from Lo Franco, Cerro Navia, que le hacía entrega a James de la bandera con la estrella solitaria para luego presentar “Creeping Fucking Death”. Nuevamente movía junto a mis amigos la chasca con frenesí entonando como toda la noche con mi precario ingles cada estrofa. Creo que tal como en el 99 y el 2010 todos esperábamos ansiosos el momento de gritar con el alma “Die, die, die, die, MotherFucked die, die, dieeeeeeeeeeeeee!” en el coro; siempre he extrañado la potencia de Jason, sin embargo el público hizo el aguante de manera notable. Llegaba “La Canción del día” esa que fue escogida por el público mediante mensajes de texto, y se agradece más que la chucha que se enmendará el error cometido por algunos porque todavía no lograba entender como podían elegir “Fuel” por sobre “Whiplash”, finalmente esta última gano por paliza. Era el momento del mosh, de estar “thrashing” por todos lados y desgraciadamente en donde estaba ubicado no todos tenían arraigado el concepto de “hacerse mierda”, sin embargo, las patás, el “headbanging”, los combos y los empujones, aún me tienen pa’ la caga, pero valía la pena entregarse por entero y sentir la música.

Como es costumbre el cuarteto oriundo de San Francisco terminaba -para mi pesar- su cuarta presentación en nuestro pais. James nos invitaba a toda la familia a entonar “Seek And Destroy” y nadie hizo caso omiso, de hecho, en ese momento llegamos al gran y mejor mosh que se vió, porque la fiesta estaba en cancha general, y cuando se prendieron las luces, todos los que estaban en Océano, Magallanes, etc, fueron testigos de los saltos, empujones y patas voladoras. Era el fin de la mejor performance de los cuatro jinetes.

"Metallica By Request", como lo dije, fue una experiencia inolvidable. Siento que fue un combo en el hocico para quienes critican a la banda por sus últimas producciones; para los que dicen que Ulrich hoy en día solo pega palos locos y no toca ni la mitad de lo que hacía antes; para los que dicen que solo aman el dinero y que hoy más que un grupo de rock son una empresa. Hoy, esta agrupación puede darse el lujo de hacer un disco como “Lulú”, de tocar con una orquesta sinfónica, de tocar en la Antártica, etc; y no es que uno no extrañe la velocidad del “Kill’Em All”, la majestuosidad y técnica del “...And Justice For All” o todo lo que hicieron hasta el “Black Album” -ojo que yo también dije “Estos weones se vendieron” cuando escuche el “Load” y el “Reload”-, pero ¿Qué más da?. Es METALLICA y hoy en día se pueden dar el gusto de hacer lo que se les de la regalada gana.

La noche del 27 de marzo estará durante mucho tiempo no tan solo en mi retina, creo que los que estuvimos ahí salimos con la satisfacción de haber sido participes de una jornada llena de nostalgia, recuerdos y de rock, porque a pesar de los años, de las extensas giras y de sus cambios musicales, METALLICA sigue pateando culos y dando cátedra de lo que es un espectáculo con todas sus letras. Espero que cumplan con su palabra de regresar en la próxima gira para poder gritar una vez más: “Olé, olé, olé, olé... METALLICA, METALLICA”.

Por Gustavo Maldonado G.
Fotos: https://Facebook.com/Metallica