TIMO TOLKKI
Esquizofrenia a flor de piel

Septiembre 08/2019, Club Blondie.

Un domingo común y corriente por la tarde un ícono del Power Metal hacía su visita a la capitale, en la que todos los antiguos fans de STRATOVARIUS -que en algún momento fueron colegiales- se volvieron a juntar al interior del Club/Discoteque Blondie. Unos con canas, otros calvos como el pelao Halford, otros con sus wenas poncheras, todos con un interés en común que los congregaba... ser testigos de la presentación en Chile de Timo Tolkki, el legendario guitarrista de la banda finesa, creador de sus máximos hits y partícipe principal de los discos más emblemáticos, principalmente durante los años 90s.

CATERINA NIX:
A las 19:00 hrs en punto comienza el show de CATERINA NIX para presentar los temas “más oreja” de su discografía. “I’m Your Cancer” fue la primera canción en ser ejecutada, la cual movió lentamente los cuellos de las cerca de 80 personas que entraban recién al recinto. “Path of the brave” fue la siguiente y más tarde “One drop of blood”, con las voces del bajista Nasson, para complementar genialmente la voz de Cathy.

Miradas coquetas al público presente de una mujer empoderada, independiente y valiente se hicieron sentir en los pasajes instrumentales; virtudes características de las mujeres de hoy en día. Afortunadamente, ya quedaron atrás los días en que los metaleros rancios les gritaban a las chiquillas metaleras: “wahiiiita rica, le chup...”. Agradable es ver que, en estos tiempos, ya a la mujer se le está tratando con el respeto que siempre merecieron.

“Furyborn”, “Falling Again” (nuevamente con Nasson en voces) y “The Point of no Return” siguieron moviendo lo poco que queda de chasca mientras el local ya se estaba repletando.

Luego, Nix anuncia que para su última canción va a invitar a un músico muy especial, el cual no necesita presentación, sin embargo, a pesar de los gritos de los presentes, este no llegó, dejándonos “en visto”. Las malas lenguas comentaban que el hombre estaba “evacuando”, por lo que la banda siguió con “You will breathe again”, hasta que por fin el gordo Tolkki, vestido cual feriante de domingo, hizo acto de presencia. Acto seguido, pesca su réplica de Stratocaster para tocar “I’m Alive” junto a la frontwoman, mostrando de pasada algunos “errorcillos” en la interpretación. En fin, muy buena presentación por parte de los músicos de la cantante, la cual destacó nuevamente por su profesionalismo y su wena ondis.

VISIONS + TIMO TOLKKI:
Como siempre, en Chile la puntualidad ha sido importante y esta no es la excepción. A eso de las 20:00 hrs, se sube al escenario la banda tributo VISIONS, junto al maestro Timo Tolkki. Este está más tatita, con su poncherita colgante, canitas al viento y vestido de un inesperado buzo mañanero, pero todo se le perdona al maestro mientras no se comporte nuevamente como en los años más oscuros de su carrera, en los que sufrió su crisis de esquizofrenia más fuerte, adoptando costumbres raras como andar mostrando su potito blanco finlandés al público... hasta el momento, todo bien.

De fondo suena la introducción, mientras los músicos conectan sus equipos para explotar con “Black diamond”. El momento de euforia ha llegado y el viaje a la niñez comienza. Vuelven los tiempos en que escuchábamos los cassettes piratas en el discman durante las clases de consejo de curso, sin pescar a la profe. Que momentos aquellos. Es importante recalcar que la banda soporte hizo un muy buen trabajo desde el inicio, eso sí, empezando un poco tímida. Cabe destacar la humildad de Omar Alvear, guitarrista oficial de la banda, que en esta ocasión se tuvo que restar de todo protagonismo, mientras veía a Don Tolkki desde la lejanía, mirando como un hombre enamorado a su ídolo de la niñez y encargado esta vez, de la segunda guitarra. Un hombre humilde que ya tendrá una nueva oportunidad para brillar en eventos futuros.

Siguieron “Paradise” y “Against the wind”. Definitivamente esta noche estaría cargada de clásicos. Ya desde el inicio podemos ver a un Timo Tolkki cómodo con la banda de soporte, pero accidentado con las notas, especialmente en los solos, en que el “pirupiru” fuera de tono se hizo más que evidente. De todas maneras, eso no le importó en lo más mínimo a los tatas presentes convertidos en niños con cada melodía.

“Eagleheart” fue otro momento memorable en que las voces más felices del mundo se alzaron para volar sobre el arcoíris como unas nenas amantes de los unicornios. Lo mismo ocurrió con las sólidas “Galaxies” y “Hunting High and Low”.

Destacable resaltar la sólida base a cargo de Raúl Tobar y Sebastián del Pino, excelente guía para un Timo Tolkki que a ratos parecía olvidar ciertos pasajes de algunas canciones. Por su parte el vocalista “Richie” hacía lo posible para alcanzar el nivel de Timo Kotipelto en las voces, dejando que el respetable participara más que él. Notable trabajo realizado en “Destiny” y “Coming Home”.

El momento, a mi juicio, más emocionante de la noche fue cuando el gordo Timo toma la guitarra e’ palo y empieza a interpretar “Forever”, la balada del pueblo, capaz de hacer lagrimear al metalero más rudo y traer a la memoria recuerdos de inviernos fríos de lluvia y de amor colegial no correspondido... ¡malditas terapias!

La cagá quedo con “Phoenix”, una canción un poco infravalorada, pero que el verdadero fan de STRATO disfruta a más no poder; entretenida, sublime, poderosa y absolutamente coreable. Fue el momento en que el happymosh de treintañeros y cuarentones se hizo presente junto a pataditas flojas y empujones piolas.

“Distant Skies” y “The Kiss of Judas”, siguieron la tónica de la locura en el público, con los que la banda se retira momentáneamente del escenario, posiblemente para que el tío Timo “eche la pichá”, se coma un pancito o se tome el medicamento de las nueve. Lamentablemente, al hombre se le olvidó que los remedios no se deben mezclar con el alcohol. Porfiado el tata, ya que, a esas alturas, ya se había mandado su par de chelas.

Después de un rato, VISIONS interpreta la canción del Tiempo en Megavisión para dejar descansar al maestro en el backstage, con un solo de batería de rigor, que sacó aplausos de los asistentes.

A la vuelta de Tolkki al escenario, comienza la introducción de “Will the sun rise”, otro potente clásico en el que lamentablemente el guatón “dio la mansa cacha”, sobre todo en el solo. Hay que aceptar como fan que ya no es el mismo de antes, los problemas personales lo superaron en su momento y actualmente se le ve mejor, pero sin duda, los dramas dejaron huella. De todas maneras, fue aplaudido por el respetable para seguir con “Speed of light”, en donde quedó la “mansaca” y donde los ebrios entre el público se hicieron notar con patadas enfervorizadas, flatulencias estrepitosas y griterío sin sentido.

Luego, el hombre de la noche tomó el micrófono para cantar “Hold on to your dream”, momento lleno de sentimiento y emocionalidad. Estábamos siendo testigos de un momento especial, a pesar de que Mr. Timo se excusó de estar “tomadito del pecho”, poniéndose el parche antes de la herida, pero, aun así, fue una presentación decente.

Para terminar, el sexteto interpretó “Father Time” y “Twilight Symphony”, temas finales de su gira sudamericana. Sin embargo, como ocasión especial, el regalón de la olla quiso interpretar “Legions”, con la cual terminó el concierto que, personalmente, me dejó sentimientos encontrados. Por una parte, sentí gratitud hacia el hombre creador e impulsor de un género que marcó mi vida; y por otra parte la sensación de que a todos nos llega tarde o temprano, el momento de decadencia que no queríamos que llegara. Uno como fan, siempre buscará una excusa, pero en este caso, quizás es recomendable quedarse con el buen recuerdo que STRATOVARIUS dejó en nuestra juventud, en tiempos en que la banda y Timo Tolkki eran uno.

Por Daniel Arenas G.
Fotos: Víctor Donoso (Ver galería completa en el siguiente Link).

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