ANATHEMA
Un viaje nostálgico con una banda que supo evolucionar en el tiempo
Octubre 10/2013, Teatro Caupolicán:
Cuando supe de la visita de esta agrupación, hubo cierto escepticismo en mí. ¡Claro!, ya que después de haberlos visto hace un par de años atrás (para ser más exacto en el año 2006), la banda oriunda de Liverpol se paseó por su trayectoria tocando temas como “Sleepless”, “A Dying Wish” y otros más. Hoy, con varios discos más en el “human body” y con una propuesta distinta a la de sus comienzos, la banda de los hermanos Cavanagh venían a confirmar sus lazos con el público chileno en el marco de la gira de su último disco en estudio titulado “Weather System” lanzado el año pasado.
Tomando en consideración los magnos eventos realizados un par de días antes, erróneamente pensé que no serian muchas las personas que se acercarían al coloso de la calle San Diego, y mucho más cuando alrededor de las 19.30 Hrs pasaba por ese lugar buscando un lugar donde poder tomar un par de gélidas para hacer la hora; sin embargo a la hora en la cual estaba estipulado el comienzo del espectáculo, la pista, y cierta parte de la primera bandeja del Caupolicán, estaba rebosante de gente.
Y así, a las 21.00 horas, comienzan a sonar los primeros acordes de “Untouchable Part 1” y “Untouchable Part 2” para que la emotividad se pudiera sentir en el ambiente. Para los que no conocíamos o no habíamos escuchado el disco que venían promocionando fue una grata sorpresa (al igual que el buen sonido que hubo). En cuanto a la escenografía nada de “chiches” ni cosas muy rebuscadas, sólo un telón de fondo y un juego de luces que daban esa sensación de intimidad entre la banda y sus seguidores chilenos.
Luego de los saludos de rigor, la banda siguió entonando canciones de su última producción; “Gathering” y “Lightning” completaban la primera parte del evento. Posterior a eso, y con sus músicos totalmente inspirados, prosiguieron con un show correcto, en donde sonaron en la noche santiaguina “Thin Air”, “Dreaming Light”, “Deep”, “Emotional Winter” y “Wings Of God”, estas tres últimas del aclamado disco “Judgement”. Hasta ese instante se habían dedicado a revisar discos del 97 hacia arriba, los cuales siguieron con “The Begining At The End”, para dar paso a tres temas más experimientales o piolas: “A Natural Disaster” (con una interpretación de Lee Douglas que hizo que a más de alguno se le erizaran los pelos), “Closer” y “A Simple Mistake”, para dar termino a la primera parte de la performance.
Luego de una pausa y con la experiencia que da tener una trayectoria en constante evolución y experimentación, la banda sale a escena nuevamente. De fondo la voz que sirve de introducción para el tema que cierra su última placa, “Internal Landscapes” -que sigue en la línea más emotiva-, la realizan con una performance brillante de cada miembro de ANATHEMA. Las canciones escogidas para esta parte del show tenían un toque melancólico, el público coreó a todo pulmón “Shroud Of False”, “Lost Control” y “Destiny”, los cuales dieron paso a dos temas en donde la emoción se apoderó de mi: “Inner Silence” y la corta venas “One Last Goodbay” (¡uff!, ¡la cagó!); el nivel de participación del respetable fue realmente conmovedora.
El final se acercaba, lo podíamos sentir en una ambiente en el cual se respiraba satisfacción más que olor a rodilla. “Parisienne Moonlight” y “Fragile Dreams” fueron con las cuales colocaron la guinda de la torta.
El aplauso cerrado y estruendoso del público, los apretones de manos que recibieron algunos que estaban en cerca del escenario, las fotos de los músicos, el “ce-ache-i” y la promesa de volver por quinta vez a Chile; Danny, Vicent, Jamie, Lee y Daniel bajaron del escenario atesorando la que, en palabras del mayor de los Cavanagh, “fue la mejor presentación realizada en Chile”.
La gente respondió, la banda no defraudó y demostró que a pesar de llevar una carrera de un poco más de 23 años, han sabido reinventarse sin tranzar sus principios. Cuando decidí bautizar esta reseña con el título de “Un viaje nostálgico con una banda que supo evolucionar en el tiempo”, fue porque si bien faltaron temas que a mi parecer son fundamentales como “Restlees Oblivion”, “Angelica” o “Hope”, el setlist mantuvo a la gente en la calma que sólo ANATHEMA puede dar con su nueva propuesta musical, lejos de esa densidad y violencia de sus primeros pasos. Una banda que paso del Doom Metal a realizar un rock mas bien atmosférico, con una fuerte carga emotiva y sentimental.
Los 3.500 asistentes nos fuimos más que contentos, emocionados, esperanzandos y con la tranquilidad de saber que este grupo Liverpuliano tiene cuerda e inspiración para poder seguir deleitándonos durante muchos años más.
Por Gustavo “Gustaldo” Maldonado.
Foto portada: Sebastián Domínguez Urzúa
Fotos: Mauricio Navarro Mičin. (Ver galería completa en el siguiente Link.)
4 Comentarios
Maca
13 octubre, 2013 at 10:15es inner silence, no inner self (:
ThePichangas
13 octubre, 2013 at 11:17Se quedó pegado con SEPULTURA este weón de "Gustaldo"... ¡Corregido, gracias!.
Gustaldo
13 octubre, 2013 at 11:33Más Vivaldi pa' la otra po oeeee
Gustaldo
13 octubre, 2013 at 11:33Jajajajaja Gracias =) es que el copete y el trabajo me tienen mal.-