El ex-baterista de AMON AMARTH, Fredrik Andersson, dice que en realidad lo forzaron a abandonar la banda en el 2015

Fredrik Andersson, el otrora baterista de AMON AMARTH desde 1998 hasta el 2015, ha decidido hablar de su salida de la banda en un TREMENDO COMUNICADO publicado a través de su facebook.

En el texto, el músico aclara que él no se retiró de AMON AMARTH, sino que lo obligaron a dejar el grupo y con una negociación de salida no muy favorable (alerta de papiro):

Yo no dejé AMON AMARTH.

Como todavía recibo mensajes del tipo '¿Por qué lo dejaste?' o '¡Vuelve!', me gustaría dejar claro que yo no elegí dejar AMON AMARTH. En algunos medios se ha descrito como una decisión que yo tomé, pero no es el caso.

¿Qué pasó? Bueno, tengo muchas cosas que decir sobre la situación, pero me abstendré de dar demasiados detalles. Por ahora vamos a decir que tuvimos nuestros problemas y diferencias durante mucho tiempo y al final terminaron convirtiéndose en una separación amarga. Durante mucho tiempo no me sentí respetado ni como un miembro total del grupo a pesar de todos mis años en la banda y supongo que llegó un momento en el que todo estalló para ambas partes.

La ruptura real sucedió en una reunión de grupo después de mi última gira en 2015, en la que me pidieron que me marchara, acompañando la petición con una oferta injusta para conservar mi parte en los derechos de interpretaciones públicas, algo que habíamos repartido equitativamente en 2003, pero nada más. No se me ofreció nada más. Nada de derechos editoriales, nada de royalties por grabaciones, nada de beneficios, nada. Bueno sí, también mantendría un sueldo que ya me habían pagado y mi equipo de batería (la mayoría del cual había pagado yo o había conseguido a través de acuerdos por patrocinio). Cuando pedí algunos meses de sueldo para poder recuperarme, me dijeron que mantener los derechos de interpretación ya era lo bastante generoso por su parte.

Creo que si tú eres un socio a partes iguales, no solo compartes la economía: tus ideas y opiniones también tienen que ser valoradas igualmente (o incluso más). Por supuesto, mi forma de sentirme respecto a como me trataban el resto de los miembros del grupo es muy subjetiva. Pero confien en mí, en las charlas que hubo después de nuestra separación dejaron MUY CLARO que yo no era un socio a partes iguales. Y no fue la oferta que me hicieron lo que me hizo sentirme insultado, sino el hecho de que ellos pudieran determinar lo que valía mi parte.

Por lo que parecía no había motivos financieros, y el resto del grupo debía saberlo igual que yo. La economía del grupo era mucho más precaria a finales de 2014, sobre todo por grandes inversiones que hicimos de forma colectiva. Pero el dinero estaba entrando y todo el trabajo que se había hecho estaba a punto de fructificar. Y así fue; la compañía de AMON AMARTH hizo, según las cuentas públicas, alrededor de un millón y medio de euros ($1.095.000.000 aproximadamente) solo el año pasado (2017). Mucho más de lo que el grupo había generado hasta entonces. Ahora, este dinero es en su mayoría del nuevo disco y de su respectiva gira; y no estoy diciendo que yo deba tener una parte de eso. Lo que digo es que ellos se podrían haber permitido que yo mantuviera mi parte de los discos antiguos.

En 2016, después de un año de luchar con ellos por lo que creía -y sigo creyendo- que es mi parte justa, estaba arruinado y endeudado. Y en una última reunión muy hostil, en la que me sentí tanto insultado como amenazado, no tuve más alternativa que aceptar los términos que me ofrecieron. Lo que significaba que comenzaría a recibir royalties de las grabaciones por parte de Metal Blade y que conseguiría mi quinto de los beneficios de la última gira, pero eso también incluía renunciar a mi parte en los derechos de interpretación pública y a los derechos editoriales, algo que también habíamos repartido a partes iguales hasta ese momento.

Todo lo que esperaba era que mi parte reflejara que yo había sido un miembro a partes iguales de lo que construimos juntos durante 17 años.

Cuando me uní al grupo todavía no tenían el éxito que consiguieron después. El disco de debut vendió unas 10.000 copias, así que tampoco es que los CDs volaran de las disquerías en aquel momento. Diría que la banda es hoy lo que es, sobre todo, por nuestro trabajo duro y por nuestras incansables giras. Entonces, ¿por qué no debería recibir lo mismo que los otros miembros? Después de todo, eso es lo que acordamos hace muchos años cuando decidimos ir por todo con el grupo:

Posíblemente el mayor factor es que repartimos todo el dinero de forma equitativa, no importa quien compone qué y normalmente el dinero es por lo que la gente se pelea."

– Olavi Mikkonen, Headbangerslifestyle.com. 14 marzo, 2016.

Cuando empezamos a ganar dinero, tomamos la decisión de compartirlo todo a partes iguales. No importa quien escribe qué, todos los royalties se comparten."

–Olavi Mikkonen, crypticrock.com. 30 diciembre, 2014.

Bueno muchachos, seguro que es difícil ver esas palabras traducidas en una oferta en la que recibo mi parte de los ingresos de la última gira en la que participé el año pasado y royalties de grabación. Una cantidad significativa, no me malinterpreten, pero aun así solo una parte de lo que me corresponde. Tienes que recibir todo lo que es tuyo, y como un pequeño extra, repartes el resto de lo que es mío en sus ya crecientes cuentas. Y para añadir un insulto a la ofensa decides poner esa foto abajo (Tweet al final de la nota), celebrando el acuerdo que has firmado como una victoria. Mucha clase.

Entiendo que esto pueda parecer una queja por mi parte, pero solo quería explicar lo que pasó y como me afectó. Me obligaron a marcharme, y en el proceso todos mis años de trabajo duro se redujeron a una paga que a día de hoy aún sigue siendo degradante.

Ahora que ha pasado el tiempo me siento aliviado por poder centrarme en otras cosas e incluso, aunque sigo estando muy orgulloso de mi paso por AMON AMARTH y de lo que creamos juntos, estoy contento de no estar en la banda. Para mí el dinero es sobre todo un símbolo de mi valía para ellos y en ese sentido, lo que más me duele es como me trataron. Es frustrante que tantas horas en el local de ensayo, todos los días durmiendo en furgones, aeropuertos o en los suelos de las salas de espera, etc., etc., no se valoraron cuando decidieron separarse de alguien que dedicó devotamente 17 años junto a los otros miembros para crear una de las bandas de Death Metal con más éxito del mundo. Y eso no es lo que más me quema cuando la gente me pregunta por qué "decidí" irme. No es por pena o por hacer daño a una banda de la que estoy muy orgulloso, es por dejar las cosas claras respecto a la realidad de mi marcha. Al final al menos pude mantener mis valores y mi integridad, pero eso tuvo un coste personal muy alto. Y de nuevo, no me arrepiento de mi participación en el grupo en absoluto. Para mí estar en una banda de metal no es una carrera que eliges, es un estilo de vida. Y también tiene cosas muy divertidas, conoces a un montón de gente fantástica, algunos amigos para siempre, aunque ninguno de ellos en AMON AMARTH.

Quiero dar las gracias a todos aquellos que me apoyaron después de mi marcha, tanto personalmente como musicalmente tocando en THIS ENDING, NETHERBIRD, y más recientemente en los reactivados A CANOROUS QUINTET. Bandas en las que puedo ser creativo junto a otra gente creativa y toco la música por la que vivo, y en las que soy respetado y mis ideas son apreciadas.

Gracias. Fredrik"

Al momento de esta publicación, AMON AMARTH aún no ha respondido a esta declaración, pero es una lata saber que el dinero sea el punto de este quiebre para un miembro que estuvo cerca de 7 años en la banda.

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